El listado incluye 46 radios, tres cadenas de televisión y una veintena de periódicos, precisó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) en su balance anual.
El SNTP registró 498 agresiones y 66 detenciones contra periodistas este año y atribuyó al Gobierno la “intención” de “silenciar –a cualquier precio– el descontento por la cada vez más crítica situación económica y social”, con hiperinflación y escasez aguda de alimentos y medicinas.
La cifra aumentó 26,5% con respecto a 2016, cuando se contabilizaron 360 ataques, añade el informe.
El sindicato denunció este miércoles, además, que dos reporteros del medio regional Unicable TV, en la insular Margarita (norte), fueron retenidos por tres horas por agentes de la militarizada Guardia Nacional cuando cubrían una protesta por el desabastecimiento de comida.
Según el SNTP, la mayoría de las agresiones (273 de los 498 casos) se produjeron durante las protestas contra el presidente Nicolás Maduro –que dejaron 125 muertos–, de las cuales atribuyó 70% a militares y policías.
“Utilizando el brazo y las armas de la Guardia Nacional y las policías regionales y municipales, la burocracia oficial intentó invisibilizar el conflicto”, agregó.
La Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hizo “un llamado urgente” este año a restablecer las transmisiones de las emisoras de radio y televisión “retiradas del aire”, y calificó las medidas como un “castigo” por su “línea editorial crítica”.
El Gobierno se declara víctima de “una campaña de desprestigio” en medios locales y extranjeros.
El cierre de medios audiovisuales tiene como causa el vencimiento de sus concesiones para el uso del espacio radioeléctrico, que la prensa denuncia que se conceden discrecionalmente.
Los periódicos, en tanto, sufren la escasez de papel, cuya importación y distribución están monopolizadas por una corporación gubernamental.
Unos 20 diarios se vieron obligados a suspender sus tiradas permanente o temporalmente y, de acuerdo con el SNTP, todos los periódicos que quedan han debido limitar su paginación y circulación.
Medios internacionales también se vieron afectados. La cadena CNN en Español y las televisoras colombianas Caracol TV y RCN fueron sacadas de la parrilla de programación de las cableoperadoras por orden del Gobierno.