“China expresa su fuerte desagrado y firme oposición al encuentro entre los líderes y legisladores de EEUU con el Dalai Lama”, anunció en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Qin Gang.
“Tíbet es una parte sagrada e intocable del territorio chino y sus asuntos entran totalmente en la competencia interna”, subrayó el portavoz, quien señaló que “las acciones del Dalai Lama en las últimas décadas han mostrado que es un exiliado político durante largo tiempo involucrado en actividades separatistas”.
El régimen comunista, añadió el portavoz, “urge a que EEUU respete su reconocimiento al Tíbet como parte de China, no apoye su independencia, deje de interferir en los asuntos internos chinos y deje de confabular”, concluyó la fuente oficial.
China ya protestó formalmente el pasado 21 de febrero por la reunión que aquel día mantuvo el Dalai Lama, en el exilio desde 1959, con el presidente estadounidense Barack Obama.
Pocos días después, Pekín criticó el nombramiento de una coordinadora especial de la Administración norteamericana para Asuntos Tibetanos, y aseguró que nunca reconocerá ese cargo.