Cargando...
El vehículo, bautizado Chang’e-4 - nombre en honor a la diosa de la luna en la mitología china -, partió en un cohete Larga Marcha 3B desde el centro de lanzamiento de Xichang (suroeste de China) poco antes del amanecer del sábado (viernes por la noche en la hora universal), según la agencia oficial Xinhua.
Es el inicio de un largo periplo para la nave china que debería alunizar cerca de Año Nuevo, con el fin de recorrer esta parte todavía inexplorada de la Luna y realizar investigaciones científicas.
A diferencia de la cara visible desde la Tierra, ninguna sonda ni ningún módulo de exploración ha llegado nunca a la superficie que está del otro lado. Esta cara es montañosa y accidentada, salpicada de cráteres, mientras que el lado más visible cuenta con varias superficies planas para posarse.
Fue en 1959 que los soviéticos tomaron las primeras imágenes de la cara oculta de la Luna. “Desde hace 10 o 20 años, China ha recorrido sistemáticamente los pasos que Estados Unidos y la Unión Soviética dieron en la exploración espacial en los años 1960 y 1970”, explicó Jonathan McDowell, astrónomo en el centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian. Esta es “una de las primeras veces que los chinos emprenden algo que nadie más ha hecho todavía” .
China se prepara desde hace años para esta operación particularmente difícil desde el punto de vista tecnológico. Uno de los mayores desafíos es lograr comunicarse con el robot lunar.
La fase oscura de la Luna, orientada en el sentido opuesto a la Tierra, donde no hay “línea de visión” directa para transmitir señales, y ahora espera dar este paso técnico. Con este fin, China lanzó en mayo pasado un satélite que bautizó Queqiao, posicionado en órbita lunar para transmitir órdenes y datos intercambiados entre la Tierra y el módulo.