Así lo aseguró hoy en una rueda de prensa la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, al ser preguntada por un informe que asegura que el Ejército chino pretende “localizar las capacidades militares que podrían ser explotadas durante una eventual crisis bilateral”.
“En 2012, numerosos sistemas informáticos de todo el mundo, incluidos los del Gobierno de Estados Unidos, han sido objeto de continuas intrusiones, algunas de las cuales parecen ser directamente atribuibles al Gobierno y a las Fuerzas Armadas de China”, dice el Pentágono en su informe anual al Congreso.
Tras asegurar que China “ha tomado nota de los informes”, destacó que el país asiático está “comprometido a desarrollar un sistema cibernético pacífico”, que definió como uno de los “pilares” de la seguridad global.
Por su parte, la agencia oficial Xinhua calificó hoy el texto de “irresponsable y dañino para la confianza entre ambos países”, en palabras de Wang Xinjun, investigador de la Academia de Ciencias Militares del Ejército de Liberación Popular (ELP) chino.
“Aunque es de sentido común saber que no se puede determinar el origen de un ciberataque sólo a través de una dirección de IP, algunas personas del Pentágono prefieren creer que proceden de China por el viejo sentido de rivalidad”, apunta.
Si bien no es la primera vez que EE.UU. denuncia que ha sufrido ciberataques que provienen del ELP -el pasado febrero un informe de la compañía estadounidense Mandiant apuntaba directamente a un edificio de las fuerzas armadas chinas en Shanghái-, sí es inusual que la acusación salga directamente del Pentágono.
Entonces, Pekín también calificó las acusaciones de “infundadas” y, a cambio, respondió asegurando ser víctima de multitud de ataques provenientes de “suelo estadounidense”, sin aludir directamente al Gobierno del país norteamericano.