Lo hizo en el mismo día en el que grupos tibetanos protagonizaron protestas ante la sede de la ONU en Ginebra.
El documento asegura que el Dalai Lama “tiene por verdadero objetivo derrocar el sistema socialista y la autonomía étnica regional en el Tíbet” y también culpa a fuerzas externas de apoyar el independentismo basados en visiones idealizadas del “Techo del Mundo”.
“Distorsionan el pasado y el presente del Tíbet debido a su sesgo ideológico y se han creado un mítico 'Shangri-La” donde desean mantener la región atrasada y primitiva para siempre", señala el documento.
Este documento sale a la luz el mismo día en el que en Ginebra las Naciones Unidas revisan el estado de los derechos humanos en China, por lo que el organismo internacional emitirá el primer diagnóstico sobre el estado de las libertades en el régimen comunista desde la llegada al poder del presidente Xi Jinping.
En las horas previas a la revisión, por parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, activistas tibetanos escalaron una estructura cercana y desplegaron una pancarta de protesta por lo que consideran una grave represión de su pueblo bajo el yugo comunista.