En su último reporte, de las 21:37 GMT, la Onemi dijo que el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomín) “determinó bajar el nivel de alerta roja a naranja”, aunque recomendó “especial atención en un radio de 5 Km. alrededor del cráter activo y en las riberas de los ríos que nacen en el volcán”.
“El proceso eruptivo del volcán Copahue continúa con una intensidad menor. De igual manera, se infiere la presencia, hasta ahora, de un cuerpo magmático pequeño. No se ha reportado la ocurrencia de lahares por ninguno de los ríos que nacen en el volcán, ni el flujo de alguna colada de lava”, agregó el reporte.
El director de la Onemi, Ricardo Toro, explicó en el comunicado que “este cambio de alerta implica que se mantiene el reforzamiento del monitoreo técnico del volcán Copahue y la aplicación de los Planes Comunales de Emergencia”.
Más temprano, el ministro de Minería chileno, Hernán de Solminihac, había dicho que la columna de cenizas y lava que emana del volcán Copahue había disminuido a unos 200 metros y no existía riesgo “inminente” de una erupción mayor.
“Se ha mantenido la actividad de forma leve y la columna de vapor y cenizas ha disminuido a una altura de 200 metros desde un máximo que superó el kilómetro de extensión”, señaló el ministro a Radio ADN.
“No existe un riesgo inminente, significativo, porque ha estado estable y en disminución la actividad del volcán”, agregó De Solminihac.
El volcán, de 2.965 metros de altura y ubicado en la región del Biobío, unos 500 km al sur de Santiago de Chile, comenzó a presentar actividad el sábado. Está situado justo en la línea fronteriza en la cordillera de los Andes entre Chile y Argentina.