“La diligencia ha sido exitosa. Se ha podido conocer la voluntad del causante y quienes son los herederos”, dijo a periodistas el abogado del Consejo de Defensa del Estado (CDE), Carlos Mackenney.
El organismo público pidió la apertura del testamento para asegurar el pago de tributos y eventuales indemnizaciones en juicio aún abiertos contra el exdictador, que murió el 10 de diciembre de 2006 a causa de una afección cardiaca.
Los bienes de Pinochet, hallados ocultos en bancos extranjeros, están embargados en el marco de una investigación sobre el origen de su fortuna, calculada en unos 26 millones de dólares.
Hasta ahora, la familia de Pinochet se había negado a abrir el testamento pues pensaban podría ahondar conflictos internos entre ellos, al revelar supuestos favoritismos del exdictador. Finalmente, la apertura del documento no arrojó ninguna sorpresa.
“La finalidad de abrir el testamento tiene que ver con un conjunto de acciones donde tiene interés el fisco, particularmente en materia tributaria o de eventuales acciones indemnizatorias”, explicó Mackenney.
El contenido del documento, que se intentó abrir fallidamente el 25 de abril, hace referencia a una distribución normal de los bienes del exdictador, sin entregar un detalle de estos.
“Contiene disposiciones testamentarias normales. No hay ninguna información sobre bienes, sino que se utiliza la frase ’aquellos bienes que existieran al momento del fallecimiento’”, agregó el jurista del CDE.