“Agradecemos todas las llamadas y los mensajes de solidaridad de distintos gobiernos del mundo y amigos de Venezuela en todo el mundo”, dijo Chávez a periodistas.
El mandatario venezolano agradeció especialmente las ofertas de asistencia de sus homólogos de Argentina, Cristina Fernández, y de Colombia, Juan Manuel Santos, pero señaló que su gobierno tiene todos los recursos para enfrentar el problema y que “ojalá no haga falta” recurrir a una ayuda internacional.
“Tenemos todos los mecanismos: los expertos, la gente capacitada, la experiencia para enfrentar problemas como éste”, afirmó.
La fuga de gas registrada el sábado de madrugada en la refinería de Amuay (estado Falcón, noroeste), propiedad de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), provocó una explosión que afectó nueve tanques de combustible de los 608 que hay en el área de almacenamiento.
Este lunes, tras una expansión del incendio, tres de los tanques desprendían inmensas llamas y una gran nube negra visibles a varios kilómetros de distancia.
El ministro de Petróleo y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, señaló que los dos primeros tanques deberían terminar de consumirse este martes.
La explosión mató a más de 40 personas, entre ellas al menos 20 miembros de la militar Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que custodiaban las instalaciones y vivían en sus inmediaciones, así como a varios de sus familiares.
Por el momento se desconocen las causas de la fuga de gas, por lo cual se creó una comisión de investigación.