La intrusión, que apenas duró un minuto, supone la primera de una aeronave rusa en territorio japonés desde febrero de 2008.
La entrada de las aeronaves rusas se produjo minutos después de que el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, se comprometiera públicamente a promover las conversaciones con Rusia para resolver la disputa territorial que ambas potencias mantienen en el norte nipón sobre el grupo de islas Kuriles.
En este sentido, Japón reclama la soberanía de las islas Kuriles meridionales (noreste de Hokkaido), administradas por Rusia desde el fin de la II Guerra Mundial (1945), cuando fueron invadidas por la entonces Unión Soviética.
Japón defiende que las islas, que denomina Territorios del Norte, son “parte ancestral e inalienable de su territorio”, mientras que Rusia, que las administra, considera “incuestionable” su soberanía sobre ellas.
El contencioso por el control del archipiélago, rico en pesca y recursos minerales, ha evitado que Tokio y Moscú hayan firmado un tratado de paz permanente tras el fin de la guerra en 1945.
La disputa territorial con Rusia se agravó en noviembre de 2010, cuando el por aquel entonces presidente ruso, Dmitri Medvédev, realizó una visita oficial a la isla de Kunashiri, una de las cuatro reclamadas por Japón.
Además, Tokio presentó una protesta formal ante Moscú por la visita en julio de 2012 de Medvédev, ya como primer ministro, a una de las islas.