“De forma concertada, 14 países de la UE decidieron expulsar a diplomáticos rusos”, anunció Tusk en una declaración leída en Varna (Bulgaria) donde participa en una reunión de la UE con el presidente turco, Recip Tayyip Erdogan.
“No se excluyen nuevas medidas adicionales, incluyendo más expulsiones, en los próximos días”, agregó. Esta expulsión de diplomáticos rusos por parte de casi una veintena de países —los de la UE, más Estados Unidos, Canadá y Ucrania— supone un “gesto provocador” y “esta decisión inamistosa no quedará sin respuesta”, reaccionó este lunes el ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado.
Alemania, Francia y Polonia expulsaron hasta ahora cada uno a cuatro diplomáticos rusos; la República Checa y Lituania a tres: Italia, Dinamarca y Holanda a dos, y Letonia, Estonia y Finlandia a uno. Los otros tres países que procedieron a expulsiones son Rumania, Suecia y Croacia.
Las medidas afectan en total a más de 30 diplomáticos, que se añaden a los 23 diplomáticos rusos ya expulsados por Reino Unido. Por su parte, Estados Unidos expulsó a 60 “espías” rusos, Canadá a 4 y Ucrania a 13. El jueves pasado, durante una cena de trabajo, los dirigentes europeos acordaron llamar a consultas al embajador de la UE en Rusia por el envenenamiento el pasado 4 de marzo de Serguéi Skripal, un ex agente ruso, y su hija Yulia, en la ciudad inglesa de Salisbury.
Previamente, en una declaración conjunta en apoyo a la primera ministra británica, Theresa May, estimaron que es “muy probable” que Rusia esté detrás del ataque. El gobierno del presidente Vladimir Putin ha rechazado desde hace dos semanas estas acusaciones.