“Su alteza real, la duquesa de Cambridge, ingresó esta mañana, lunes, en el hospital St. Mary” de Londres hacia las 06:00 (05:00 GMT), “cuando mostraba las primeras señales de que se había puesto de parto”, anunció el palacio de Kensington, la secretaría de la joven pareja, rompiendo semanas de silencio.
“La duquesa llegó en coche desde el palacio de Kensington, la residencia londinense de la pareja, hasta el ala Lindo del hospital St. Mary en compañía del duque de Cambridge”, su esposo, agregó el comunicado. “El parto se desarrolla normalmente”, según el palacio.
El primer ministro británico, David Cameron, fue uno de los primeros en felicitar a la pareja real: “Es un acontecimiento muy excitante que comparte todo el país. Todo el mundo les desea lo mejor”, dijo.
Más de 150 periodistas seguían este lunes frente al hospital para retransmitir en directo el acontecimiento. Muchos llevaban tres semanas esperando, ya que el palacio anunció el nacimiento para “mediados de julio”, sin dar más precisiones. Pese a ello, sólo un fotógrafo se ha dado cuenta de la llegada subrepticia de la pareja real.
El parto podría ser rápido o durar hasta 48 horas, señaló la prensa británica, que no olvida que este lunes hay luna llena, lo que al parecer es propicio para los nacimientos.
“Si el parto de Catalina se prolonga dos días, yo seguiré aquí”, dijo a la AFP John Loughry, una fan de la familia real que lleva durmiendo siete días frente al hospital.
El palacio dijo que la pareja desconoce si será niña o niño. Pero independientemente del sexo, el bebé podrá reinar, debido al cambio reciente de las reglas de sucesión que todavía deben ser ratificadas por varios países de la Commonwealth.
“Espero que sea niño. Ya estoy harto de ver a una mujer en las monedas”, dijo a la AFP frente al palacio de Buckingham Josh Killoren, un australiano acompañado de su novia, gran admiradora de Catalina y Guillermo, “que le han vuelto a dar vida a la familia real”, según ella.
La duquesa dará a luz en el mismo hospital donde nacieron los príncipes Guillermo y Enrique, los hijos de Diana de Gales, su difunta suegra.
Guillermo ha dejado claro que quiere estar al lado de su esposa durante el parto. El príncipe, de 31 años, piloto de helicópteros de la Fuerza Aérea británica, ha previsto tomarse dos semanas de permiso de paternidad, como le autoriza la ley.
Para el parto, Catalina, que también tiene 31 años, estará rodeada de un equipo de grandes especialistas, entre ellos el actual ginecólogo de la reina, Alan Farthing, y su predecesor Marcus Setchell.
Setchell llevaba de guardia varias semanas a la espera de este acontecimiento. Dispone de una escolta policial para ir lo más rápido posible a ver a Catalina al hospital, según la prensa.
El anuncio del nacimiento seguirá un protocolo estricto.
Los primeros en ser informados serán la reina Isabel II y los padres de Catalina. Pero la primera señal de que el bebé ha llegado al mundo será la salida de la maternidad de un agente con un documento, que irá bajo escolta policial hasta el palacio de Buckingham, la residencia londinense de la reina.
El documento, un parte de los médicos reales con la hora del nacimiento del bebé, así como su sexo y su peso, será colocada en un caballete en la corte de Buckingham, el mismo que fue utilizado para el nacimiento de Guillermo. Esta vez, en un concesión a la modernidad, el palacio también publicará un comunicado y colocará la información en las redes sociales Twitter y Facebook.
El nombre del bebé no se sabrá hasta pasados unos días. Los británicos tuvieron que esperar una semana para conocer el de Guillermo y un mes para el de Enrique. Los corredores de apuestas creen que será niña y se llamará Alejandra.