Las viñetas muestran la tristeza y la rabia por el asalto perpetrado ayer por varios individuos encapuchados que mataron, entre otros, al director del semanario satírico, Stéphane Charbonnier, alias “Charb”, y a tres conocidos dibujantes, Cabu, Tignous y Wolinski.
“El 7 de enero debería instaurarse como el día mundial del dibujante”, asegura en Twitter el ilustrador chileno Francisco J.
Olea, cuyo homenaje gráfico a Charlie Hebdo, en el que se puede ver un arma dibujada con una regla, un bolígrafo, una goma y un sacapuntas, junto al lema “A tomar las armas compañeros” ha dado la vuelta al mundo.
La imagen de Olea ha sido una de las más difundidas en las redes sociales, con el lema “Je suis Charlie Hebdo” (Yo soy Charlie Hebdo) , al igual que la del australiano David Pope, que en The Canberra Times ha dibujado a un terrorista vestido de negro con un arma y un muerto a su lado mientras afirma: “él dibujó primero”.
El holandés Ruben L. Oppenheimer ha querido destacar el paralelismo del atentado con los ataques del 11-S en Nueva York, con una viñeta en la que un avión se acerca a dos grandes lápices, que parecen las Torres Gemelas.
En otra imagen destacada, el caricaturista brasileño Carlos Latuff ha dibujado a dos terroristas disparando a la sede de Charlie Hebdo, que es atravesada por las balas que acaban por estallar en una mezquita situada detrás, la “otra víctima” del ataque, según sus palabras.
La viñetista de The Washington Post Ann Telnaes, ganadora del Pulitzer, ha dibujado a una mujer que lleva en una mano alzada un lápiz, en una imagen que recuerda ligeramente a la estatua de la libertad, mientras en la otra tiene un ejemplar de Charlie Hebdo en el que se besan un musulmán y un dibujante del diario bajo el lema: “el amor es más fuerte que el odio”.
El francés Patrick Chappatte publica en The International New York Times el dibujo de un hombre con una rosa en la mano junto a fotos y flores para los fallecidos junto a la frase: “sin humor todos estamos muertos”, mientras el caricaturista escribe: en memoria de mis colegas y amigos de Charlie Hebdo.
El dibujante argentino Bernardo Erlich ilustra, sobre un fondo negro, la frase "se ha puesto tan serio el mundo que el humor es una profesión de riesgo" junto a un ejemplar de Charlie Hebdo ensangrentado.
En un tono más beligerante, el holandés Joep Bertrams muestra a un islamista con una espada manchada de sangre y a un hombre con una camiseta en la que puede leerse Charlie Hebdo, sin cabeza pero sacándole la lengua que sale desde el cuello.
Uno de los más destacados viñetistas españoles, Forges, publica hoy en El País un dibujo en el que puede leerse la frase "Libertad, igualdad, fraternidad y Charlie Hebdo" plagada de orificios de bala humeantes, mientras que el ilustrador catalán Oriol Malet rinde su particular homenaje a sus colegas con el dibujo de un lápiz reconvertido en pistola.
En una de las escasas viñetas firmadas por un ilustrador musulmán, Khalid Albaih, que publica la web The Nib, se ve a un hombre en medio de otros dos que le señalan con el dedo; mientras uno le dice "estás con los infieles", el otro afirma "estás con los terroristas" y él dice lacónico: "soy sólo un musulmán".
En la imagen de esta nota, observamos el homenaje del paraguayo Caló, ilustrador gráfico del diario ABC Color, quien dibujó a un individuo encapuchado con un arma y un lápiz manchado con sangre, en el suelo. Toda una metáfora al grave atentado contra la libertad de expresión.