La conclusión de este proceso de carga, que ha llevado cuatro días, supone un paso más de cara a su reactivación entre finales de agosto y principios de septiembre.
Los operarios de la propietaria de la planta, Kyushu Electric Power, insertaron hoy la última de las 157 barras de dióxido de uranio en la unidad 1 de la central, situada en la prefectura de Kagoshima, en el sur de la isla de Kyushu.
En los próximos días un equipo de la Autoridad de Regulación Nuclear de Japón (NRA) deberá realizar una revisión in situ de los equipos.
Una vez superada la inspección, la compañía tiene previsto encender el reactor para realizar operaciones de prueba en torno al 10-15 de agosto y comenzar la transmisión comercial de electricidad en septiembre.
La reactivación de Sendai supondrá la primera vez que Japón vuelve a contar con energía atómica desde 2013 y desde que la NRA estableció en verano de 2014 unos estándares más estrictos para autorizar el reinicio de operaciones comerciales en las centrales con motivo del desastre de Fukushima.
A raíz del accidente en esta planta, provocado por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011, los 43 reactores en condiciones operativas de Japón permanecen desactivados.
El Gobierno nipón y las eléctricas del país han impulsado la reactivación de plantas que cumplan los nuevos estándares de seguridad ante el incremento de costes para producir electricidad mediante fuentes fósiles (las cuales Japón debe importar en su práctica totalidad).
Sin embargo, según muestran las encuestas, la mayoría de japoneses se muestran contrarios a que Japón vuelva a emplear energía atómica por el temor a un nuevo accidente nuclear.