El teniente, identificado como Christopher Paul Hasson, de 49 años, se definía como “nacionalista blanco” y, según las autoridades, “pretendía asesinar a civiles a una escala raramente vista en este país”. Es por ello que los fiscales definen a Hasson en su escrito de acusación como un “terrorista doméstico”, de acuerdo al The Washington Post, que tuvo acceso a los documentos judiciales del Gobierno.
Entre sus presuntos objetivos estaban la presidente de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, así como la popular congresista izquierdista Alexandria Ocasio-Cortez, además de civiles y periodistas. De acuerdo a documentos judiciales presentados ante un tribunal federal del estado de Maryland, Hasson abogaba por el uso de “violencia focalizada” para establecer la “patria blanca” y soñaba con “matar casi hasta la última persona sobre la faz de la Tierra”. También fantaseaba con un ataque biológico contra alimentos y en una “campaña de bombas/francotirador”.
Hasson, detenido el pasado viernes, había realizado recientemente búsquedas en Internet como “mejores sitios en DC (Distrito de Columbia) para ver a personas del Congreso ” o “ ¿están protegidos los magistrados del Tribunal Supremo?”.
Aunque Hasson estaba acumulando armas desde 2017, no queda claro cuando tenía previsto entrar en acción. En su vivienda de Silver Spring (suburbio de Washington ubicado en Maryland), las autoridades hallaron un gran número de armas y también de estupefacientes. Según los investigadores, Hasson estaba estudiando el manifesto del ultraderechista noruego Anders Behring Breivik, que en 2011 asesinó a 77 personas.
También indican que estaba obsesionado con la ideología neofascista y neonazi. Hasson sirvió en el Cuerpo de Marines entre 1988 y 1993 y después en la Guardia Nacional por otros dos años. Desde 2016 trabajaba como teniente de la Guardia Costera de EE.UU. en sus oficinas centrales de Washington. Está previsto que Hasson comparezca ante un juez este jueves para determinar su situación a la espera de un juicio. Los fiscales defienden que debería permanecer en prisión.