La Fiscalía General anunció en un comunicado la captura del exjefe policial Martín Alejandro Mejía, de 62 años, en la aldea El Carmen Santa Cruz, 170 km al norte de la capital guatemalteca.
La fiscalía señala a Mejía como “el presunto coautor del crimen del detective José Miguel Mérida, quien realizaba las investigaciones de la muerte de la antropóloga Myrna Mack en el año de 1990”.
De acuerdo con la investigación, el crimen sucedió después de que Mérida presentara un informe donde detalló que el asesinato de Mack fue perpetrado por el desaparecido Estado Mayor Presidencial, un ente del ejército encargado de dar protección a los presidentes de turno.
La fiscalía también vincula a Mejía con el crimen de Gonzalo Cifuentes, en 1992, y la desaparición de Alfredo Guerra (1995), quienes habrían sido capturados por la policía para imputarles el crimen de Mérida y desviar la investigación.
La antropóloga fue asesinada a puñaladas el 11 de setiembre de 1990 en el centro histórico de la capital, cuatro días después de presentar un informe sobre el desplazamiento de miles de indígenas, a causa de la represión militar durante la guerra interna (1960-1996).
En 1993, el especialista del ejército Noel de Jesús Bateta fue condenado como autor material del asesinato.
Mérida era el encargado de la investigación del crimen de Mack, asesinado a balazos el 5 de agosto de 1991 en la capital.
Por la muerte de Mérida, otros tres exmiembros de la Policía Nacional enfrentarán un juicio con fecha aún por definir.
Guatemala vivió una guerra de 36 años que dejó 200.000 muertos o desaparecidos. El informe de una comisión de la ONU que investigó los crímenes de lesa humanidad ocurridos durante el conflicto responsabilizó a miembros del ejército de 93% de las muertes.