“Tanto Japón como China deben pensar tranquilamente lo que harán (...) aunque tome cierto tiempo”, dijo Gemba a la prensa. “Yo considero que la reunión del jueves es parte de esa idea. Continuamos las comunicaciones”, agregó.
“No es fácil. Lo importante es que no podemos entregar lo que no podemos entregar”, explicó.
Las dos mayores economías del continente asiático están enfrentadas por la soberanía de un archipiélago deshabitado aunque potencialmente rico en hidrocarburos y de importancia estratégica en el Mar de China Oriental.