“Para evitar la acumulación de peticiones, en el año inicial sólo se aceptarán 3.000 solicitudes pero repito que ese número crecerá”, dijo hoy Kenney durante una rueda de prensa celebrada en una empresa en las cercanías de Toronto.
“Será un año de prueba y espero aumentar los números”, añadió.
El anuncio fue aplaudido por organizaciones empresariales que desde hace años solicitaban a las autoridades canadienses cambios en el sistema migratorio del país, que prima la llegada de inmigrantes con títulos universitarios, para agilizar la entrada de trabajadores en oficios de alta demanda.
Michael Atkinson, presidente de la Asociación Canadiense de la Construcción, dijo hoy que “el nuevo programa asegura que se da una mayor consideración a las necesidades de las empresas cuando se procesan las solicitudes de emigración”.
Atkinson dijo que para 2020 Canadá necesitará 320.000 trabajadores más en el sector de la construcción, y que el país sólo será capaz de generar como mucho la mitad de esa cifra.
“Sólo la mitad procederá de fuentes domésticas. No es que la inmigración sea la respuesta total a nuestros futuros problemas laborales, pero es una parte importante”, explicó Atkison.
Gran parte de esta demanda de trabajadores cualificados obedece al fuerte crecimiento que los sectores de la construcción y energía de Canadá han experimentado en los últimos años.
Sólo la provincia de Alberta, donde están los yacimientos de arenas bituminosas que han convertido a Canadá en una potencia mundial en la producción de petróleo, los cuales supuestamente contienen las terceras mayores reservas de crudo del mundo, necesitará en los próximos años 115.000 trabajadores en el sector de la construcción.
Kenney señaló que “el nuevo programa de oficios ayudará a responder a la grave escasez en algunas regiones del país y apoyar el crecimiento económico”.
“Durante demasiado tiempo, el sistema de inmigración de Canadá no ha estado abierto a estos trabajadores en oficios de alta demanda. Estos cambios se tenían que haber producido hace mucho tiempo y nos ayudarán a ir hacia un sistema de inmigración rápido y flexible”, explicó el ministro.
Los cambios favorecerán a aquellos trabajadores extranjeros que tengan una oferta de empleo en Canadá, unos conocimientos mínimos de inglés o francés, una experiencia mínima de dos años en el oficio y que su experiencia se ajuste a lo demandado por el Sistema Nacional de Clasificación de Ocupaciones.
Aunque la lista de profesiones que Canadá solicitará todavía no ha sido revelada, Kenney señaló que “las peticiones elegibles incluirán electricistas, soldadores y mecánicos de equipamiento pesado”.
Kenney recalcó que Canadá ha rebajado el nivel necesario de conocimiento del inglés o francés, los dos idiomas oficiales del país, para facilitar la llegada de trabajadores extranjeros.
“Recalco que será un nivel básico de lenguaje porque muchos trabajadores extranjeros no tienen educación secundaria, no han tenido la oportunidad de perfeccionar el nivel de su inglés o francés por lo que normalmente no cualificarían para el programa de trabajadores cualificados”, dijo.
“Por eso estamos rebajando el nivel de lenguaje a un nivel básico, lo suficiente para que puedan trabajar de forma segura en Canadá”, añadió.