Se espera que las cajas negras contengan información que permita aclarar las circunstancias del accidente en el que murieron 118 personas, 54 de ellas de nacionalidad francesa.
El avión cayó en una zona desértica de difícil acceso del norte de Malí, donde no quedan más que escombros del avión, un McDonnell Douglas MD-83 alquilado a la empresa española SwiftAir. Por el momento se desconocen las causas de la catástrofe, aunque varios especialistas apuntan a las malas condiciones meteorológicas.
En Francia, las banderas ondearán a media asta en todos los edificios públicos, en señal de luto.
Por cuarta vez en cinco días, el presidente François Hollande reunió el lunes a varios miembros del gobierno para seguir de cerca todo lo relacionado con la tragedia del vuelo AH5017.
En la reunión se “abordará el encuentro con las familias y allegados de las víctimas, organizado el sábado en el Ministerio de Relaciones Exteriores, y se hará un balance sobre la situación en el lugar del siniestro”, indicaron fuentes cercanas a la presidencia.
El sábado, Hollande mantuvo un encuentro de casi tres cuartos de hora con las familias y allegados de los 54 pasajeros franceses.
El avión se estrelló el jueves pasado, 50 minutos después de haber dspegado Uagadugú (Burkina Faso) con destino Argel. Ninguna de las 118 personas a bordo -112 pasajeros (entre los que había también 23 burkineses, ocho libaneses y seis argelinos) y de los seis miembros españoles de la tripulación sobrevivió. Una de las pasajeras fallecidas era una mujer con doble nacionalidad chilena y francesa.