El trabajo de búsqueda sigue siendo realizado por las policías Civil y Militar. La unidad interna de la SAP (1/8)Secretaría de Administración Penitenciaria del estado de Sao Paulo(3/8) ya instauró una investigación para determinar las causas del tumulto” , afirmó el organismo.
La rebelión en este penal de régimen semiabierto -y sin vigilancia armada- en Jardinóplis, a unos 300 kilómetros de Sao Paulo, comenzó en la mañana del jueves durante una inspección rutinaria a los presos, que acabaron quemando colchones y derrumbando una de las vallas que rodeaba el centro.
Esa misma noche, la SAP había avanzado que no había “ningún motivo” para el motín, “salvo el descontento con la revista rutinaria que fue realizada, cuyo objetivo es la aprehensión de celulares, drogas y otros objetos prohibidos” . Ya en las primeras horas de la huida, un centenar de los fugados fueron recapturados y colocados en fila india en el patio del penal, con las manos sobre la cabeza y en ropa interior, según imágenes difundidas por los medios locales.
“Conforme determina la legislación, todos los presos recapturados fueron transferidos para unidades penales de régimen cerrado y perdieron el derecho al semiabierto” , añadió la secretaría este viernes. Algunos de los fugitivos emprendieron su huida por un cañaveral cercano donde también había un fuego ardiendo, según el sitio de información de la red Globo G1.
Ocho presos precisaron ser llevados a hospitales y entre las cañas de azúcar se encontró un cuerpo carbonizado, aunque todavía no se ha determinado si corresponde a uno de los fugitivos, añadió G1. Con capacidad para 1.080 plazas, la prisión de Jardinopolis albergaba 1.861 internos en el momento de la rebelión. El hacinamiento es la principal causa de los frecuentes motines en las superpobladas cárceles de Brasil.