Dos senadores republicanos, de los tres cuyos votos son cruciales para la aprobación de Kavanaugh en el Senado, expresaron su rechazo a la ridiculización de Trump de Christine Blasey Ford durante un acto político en Misisipí.
“No hay momento ni lugar para comentarios como ese”, dijo a NBC Jeff Flake. “Discutir algo tan delicado en un mitin no es correcto. Desearía que no lo hubiera hecho. Es bastante espantoso”.
La senadora Susan Collins dijo en tanto que las palabras de Trump “estuvieron lisa y llanamente mal”.
El discurso de Trump generó nuevas dudas sobre el destino de Kavanaugh, mientras el Buró Federal de Investigaciones (FBI) revisa las acusaciones de tres mujeres que afirman que el actual juez de apelaciones bebía mucho y abusó sexualmente de mujeres cuando era un estudiante de secundaria en los años 1980.
El FBI tiene hasta el viernes para revisar las acusaciones, presionado por los republicanos del Senado y la Casa Blanca, que apuntan a Kavanaugh para inclinar hacia el lado conservador los fallos de la Corte Suprema, una institución clave en la sociedad estadounidense.
El líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, exigió una votación final de la nominación “esta semana”.
“Es hora de dejar atrás este espectáculo vergonzoso”, dijo.
Blasey Ford dijo el jueves pasado en la comisión judicial del Senado que Kavanaugh, ebrio, intentó violarla en 1982 durante una fiesta en una casa en las afueras de Washington.
Dijo estar absolutamente segura de que Kavanaugh era el atacante, pero no pudo recordar ciertos detalles. Y Trump se burló de eso el martes.
“Tomé una cerveza, ¿verdad?”, dijo Trump, señalando algo que Blasey Ford sí recordó.
“’¿Cómo llegaste a casa?’ No recuerdo.’ ’¿Cómo llegaste allí?’. ’No recuerdo’. ’¿Dónde era el lugar?’. ’No recuerdo’. ’¿Cuántos años atrás fue?’. ’No lo sé. No lo sé. No lo sé. No lo sé’”, agregó el mandatario.
“Pero tomé una cerveza. Eso es lo único que recuerdo”, apuntó.
Michael Bromwich, abogado de Blasey Ford, denunció en Twitter el ataque “vil y desalmado” contra su cliente.
Por reacciones así “no es de extrañar” que ella estuviera “aterrorizada” de presentarse, y que lo hagan otros sobrevivientes de agresión sexual, dijo.
Para el líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, las declaraciones de Trump son “reprensibles”. El presidente le debe “una disculpa inmediata” a Blasey Ford, dijo.
La actriz Alyssa Milano, que asistió a la audiencia del jueves pasado para apoyar a Blasey Ford, calificó el discurso de Trump como “el despliegue más misógino de insensibilidad bárbara” que había visto.
“Las mujeres están mirando. Y votamos”, advirtió en un tuit.
Pero Kellyanne Conway, asesora principal de Trump y una de las caras más públicas de su gobierno, defendió los comentarios del presidente y dijo que se limitó a señalar “inconsistencias objetivas en su historia”.
Trump simplemente estaba “declarando hechos”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, en una conferencia de prensa. “El presidente tiene mucha confianza en su candidato, como lo dijo una y otra vez, y esperamos que el Senado vote y que lo haga pronto”.
Aún indecisos, Collins, Flake y otra senadora republicana, Lisa Murkowski, tienen la llave en un Senado donde los republicanos cuentan con una escasa mayoría de 51-49 sobre los demócratas.
Los demócratas dicen que Kavanaugh no puede ser confirmado con las acusaciones aún no probadas que penden sobre él.
Kavanaugh, sin embargo, sigue negándolas firmemente.
El FBI trabaja bajo presión, obligado a demostrar que interrogará a todos los posibles testigos de las acusaciones de hace tres décadas.
“Espero que al FBI se le haya permitido seguir todas las pistas razonables de las acusaciones creíbles que se presentaron ante la comisión la semana pasada”, dijo el senador demócrata Chris Coons.