Un helicóptero fue enviado hacia el buque transportando marinos que intenten tomar su control, declaró la Fuerza aérea.
“A causa de las condiciones meteorológicas difíciles, el navío solamente puede ser abordado por vía aérea”, precisa el comunicado.
“Hay 450 inmigrantes a bordo de un barco mercante, que no tiene tripulación, y que se acerca a las costas de Apulia”, una región del sur de Italia, habían indicado más temprano los servicios guardacostas en un mensaje en Twitter.
El barco fue identificado como el Ezadeen, tiene 73 metros de eslora y está matriculado en Sierra Leona. Había sido avistado hacia la caída de la noche por un avión de los servicios guardacostas italianos a unos 130 km de la costa más cercana. Ya hacia las 23:00 GMT (20:00 hora paraguaya), la nave se encontraba a 65 kilómetros del cabo de Leuca, en el extremo sureste de Italia, indicó.
Antes de que sus máquinas se averiaran, el buque navegaba a una velocidad de 7 nudos (unos 13km/h)
Una de las personas que se encuentran en el Ezadeen pudo hacer funcionar el radio-transmisor de a bordo, e informar a los guardacostas que la tripulación había abandonado el buque. Entonces, los guardacostas alertaron a un patrullero islandés, el Tyr, que se encuentra en la zona en el marco de una misión para Frontex, la agencia de de la Unión Europea para la vigilancia de las fronteras.
El Tyr pudo alcanzar al Ezadeen y navegar en paralelo a éste, pero las condiciones meteorológicas hacían imposible el abordaje por mar.
Tres médicos que se encuentran a bordo del Tyr serán trasladados en helicóptero al barco mercante para asistir a sus ocupantes que necesiten atención sanitaria, indicó la Fuerza aérea italiana.
Esto ocurre tan sólo dos días después de que fuera localizado otro buque de carga con unos 760 inmigrantes, en su mayoría sirios, que se dirigía también hacia la costas del sureste de Italia con piloto automático.
El barco había sido abandonado por la tripulación, presuntamente traficantes de personas, que lo habían traído desde Turquía pasando por aguas griegas. Seis oficiales de la marina lograron abordar el barco desde un helicóptero y pudieron tomar el control y mando del mismo.
Si no fuera por la intervención italiana, la embarcación sin tripulantes seguramente naufragaría al chocar contra los roqueríos, según los guardacostas.
Finalmente, el Blue Sky M, un carguero con bandera moldava, pudo atracar el miércoles de madrugada en el puerto italiano de Gallipoli (sureste), donde los centenares de clandestinos, entre ellos al menos 40 niños, fueron tomados a cargo por las autoridades.
Italia enfrenta desde hace varios años una afluencia creciente de clandestinos que intentan llegar a Europa por el Mediterráneo poniendo en peligro sus vidas. El total de llegados a Italia en 2014 supera los 160.000, o sea, una media de 450 migrantes por día, de los cuales la mitad son sirios o eritreos. La mayoría llega en lanchas neumáticas o viejos barcos de pesca desde Libia, donde el caos que siguió al derrocamiento de Muamar Gadafi ha dejado el campo libre a los traficantes de personas.
Pero la tendencia actual es el recurso a buques más grandes, como los dos llegados en esta semana, con centenares de candidatos a la inmigración ilegal.
El 20 de diciembre, los guardacostas italianos socorrieron ante las costas de Sicilia, según la agencia Ansa, a unos 800 migrantes, en su mayoría sirios, a bordo de un carguero de 70 metros de eslora, abandonado por su tripulación que activó el piloto automático. Este navío había partido desde Turquía. Los migrantes, incapaces de tomar el control de la embarcación, alertaron a las autoridades italianas por teléfono satelital.