Rousseff, acompañada por autoridades locales; del secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, y de los exmundialistas Cafú y Bebeto, recorrió las instalaciones del nuevo estadio, que tendrá una capacidad de 32.000 espectadores, ampliada durante el Mundial para 42.000 aficionados, y que tuvo un costo de 400 millones de reales (unos 168,6 millones de dólares).
La mandataria resaltó que el estadio fue construido con un valor 3 por ciento inferior al presupuesto inicial, coste cubierto casi en su totalidad por el Gobierno federal.
El estadio, que se suma a los seis que fueron utilizados en la Copa Confederaciones (Río de Janeiro, Brasilia, Belo Horizonte, Fortaleza, Salvador y Recife) en junio pasado, “tiene un sentido muy importante para el desarrollo brasileño”.
“Es un estadio con sello ecológico, con desarrollo sostenible y ambiental, movilidad, drenaje y en el que se emplearon a 4.000 trabajadores”, apuntó Rousseff después de soltar la cinta de acceso a la cancha, en la que era recibida por dos operarios que le entregaron una réplica del Brazuca, el balón oficial del Mundial.
Junto a la gobernadora del estado de Río Grande do Norte, Rosalba Ciarlin, la presidenta dio con el Brazuca el simbólico puntapié inicial en el moderno estadio.
La jefa de Estado conoció los vestuarios, salas de prensa y otras instalaciones internas del moderno estadio, además de visitar un salón de arte que reúne obras de artistas locales relacionadas al mundo del fútbol.
Las ciudades de Natal, Cuiabá, Manaus y hasta la propia capital Brasilia han sido cuestionadas por carecer de una tradición futbolera en el país y ser escogidas para recibir el Mundial, que dejó por fuera plazas con mayor historia en el deporte de multitudes, como Florianópolis, Belén y Campinas, entre otras.
“Es un lugar para el fútbol de Natal, pero también para convenciones y exposiciones, con lo que va a contribuir para aumentar el potencial turístico que Natal tiene. Va a recibir visitantes extranjeros y brasileños, en encuentros, reuniones, conciertos, justificó Rousseff.
En su declaración, Rousseff reiteró que Brasil organizará “la Copa de las Copas” y añadió: “Tenemos grandes 'cracks' como Pelé, Cafú, Bebeto y somos el país de los nuevos, como Neymar; además tenemos en la selección a dos técnicos que han sido campeones mundiales: Scolari (2002) y (Carlos Alberto) Parreira (1994) ” .
Sobre la actividad que se desarrollará en Natal durante el Mundial, valoró el partido del “grupo de la muerte”, el D, entre Italia y Uruguay, que se disputará el 24 de junio.
Los otros partidos en Natal serán México-Camerún, el 13 de junio por el grupo A; Ghana-Estados Unidos, del G, el día 16, y Japón Grecia, por el C, el 19.
El balón rodará oficialmente en la Arena das Dunas el próximo domingo con los partidos entre América de Natal y Confiança, por la Copa del Nordeste, torneo que agrupa los mejores equipos de esa región, y ABC de Natal y Alecrim, del Campeonato Potiguar, que se disputa en Río Grande do Norte.