Los delegados de la OIE, reunidos esta semana en París en la 81ª edición de su sesión general, consideraron que el caso de EEB localizado en diciembre no altera la situación de Brasil, explicó una portavoz.
El pasado mes de febrero, la OIE ya había decidido conservar el estatuto del país sudamericano, aunque su comisión científica señaló que la cuestión volvería a ser analizada a partir de la información detallada que habían solicitado a las autoridades brasileñas.
Se les había requerido, en concreto, que dieran cuenta de los procedimientos para el tratamiento de muestras y de los resultados del sistema de vigilancia en el país, para verificar que se ajustaban al código de sanidad animal terrestre.
Ya entonces, la organización había estimado que un único caso no planteaba peligro ni para la sanidad humana o animal, ni para Brasil, ni para los países con los que comercia, sobre todo teniendo en cuenta que el animal infectado fue destruido y ninguna de sus partes entraron en la cadena alimenticia.