El director presidente de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), Dirceu Barbano, afirmó que este organismo hará “esfuerzos” para promover el debate de la idea en la sociedad y para presionar al Gobierno para que impulse una ley.
“Ese es el próximo paso que Brasil necesita dar. La Anvisa va a hacer esfuerzos técnicos para demostrar el beneficio de una medida como esta y esfuerzos políticos para que el país haga una discusión”, dijo Barbano en una entrevista al diario Folha de Sao Paulo.
El primer país en prohibir la marca de tabaco o cualquier distintivo en las cajetillas fue Australia, que la adoptó hace un año.
Brasil, el mayor productor mundial de tabaco, ha endurecido progresivamente su legislación para restringir el consumo de este producto.
La semana pasada, el Gobierno suprimió la fabricación y la venta de imitaciones de cigarrillos, en una medida especialmente pensada para desincentivar su consumo entre el público infantil y juvenil.
La publicidad del tabaco fue retirada en 1988 y en los últimos años se obligó a estampar en las cajetillas avisos sanitarios con imágenes impactantes sobre los efectos nocivos del tabaco.
A partir de 2011, Brasil también vetó el consumo en locales públicos y ambientes cerrados, como restaurantes y empresas.