Bolsonaro, que debe permanecer en la unidad de terapia intensiva hasta el miércoles, “no presentó sangrados ni cualquier otra complicación” y no tuvo tampoco un cuadro febril, precisó la institución. El mandatario, de 63 años, sigue recibiendo analgésicos y aún no puede alimentarse por vía oral.
Por determinación médica, no está autorizado a recibir visitas. Bolsonaro deberá permanecer hasta diez días en recuperación, pero prevé ejercer a partir del miércoles desde el hospital sus atribuciones presidenciales, transferidas por dos días a su vicepresidente, Hamilton Mourao. Bolsonaro fue apuñalado en el abdomen el 6 de septiembre durante un mitin de campaña electoral en Minas Gerais.
Fue sometido a una colostomía en el lugar y al día siguiente fue trasladado al hospital paulista, donde estuvo hospitalizado durante 23 días y tuvo que ser operado por una segunda vez. Las adherencias de las operaciones anteriores exigieron “una verdadera obra de arte” de los médicos y la operación duró siete horas, en lugar de las tres o cuatro previstas inicialmente.
El mismo Bolsonaro publicó en su cuenta de Twitter un video desde el hospital, que lo muestra antes de la operación.