El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, hizo el anuncio durante la inauguración del VIII Congreso Internacional de Gas y Petróleo organizado por la Cámara Boliviana de Hidrocarburos, junto con la presidenta de esta entidad, Claudia Cronenbold.
“Se va a premiar la exploración, tanto del sector estatal boliviano como del sector privado. Va a premiarse con un incentivo que tiene que ver con el ámbito de mejores ingresos para la empresa que se arriesgue”, dijo García Linera ante las petroleras.
Según el vicepresidente, desde 2013 el Gobierno estudia un plan de incentivos para la exploración de hidrocarburos que hoy está en consultas entre diversos sectores e instituciones, pero que debe ser implementado “lo más pronto posible”.
“Hay el plan de incentivos. Lo vamos a implementar lo más pronto posible. Es más, consideramos con el presidente (Evo Morales) que estamos atrasados y que hay que retomar este tiempo, no diría perdido, pero necesario (para) ajustes y las consultas”, dijo.
El plan de incentivos será puesto a consideración de la Asamblea Legislativa, controlado en el Senado y la Cámara de Diputados por el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).
García Linera dijo además que las gobernaciones y los municipios se convertirán “en inversionistas del proceso exploratorio” para que generen sus recursos económicos y mejoren sus ingresos con regalías e impuestos provenientes del sector de hidrocarburos.
Según el vicepresidente, el Estado boliviano, que controla el sector desde la nacionalización de 2006, invertirá 30.000 millones de dólares para impulsar el desarrollo del sector hasta 2025.
Explicó que la estrategia incluye la diversificación de mercados para los hidrocarburos, la industrialización, los incentivos a las petroleras y un mayor impulso para la generación eléctrica.
García Linera explicó que los mercados naturales tanto para el gas natural como para la electricidad producida en Bolivia son los vecinos Argentina, Brasil, Paraguay y Perú, además de Uruguay y en “algún momento” también lo será Chile.
La aspiración boliviana es contar con unos 4.200 megavatios, de los que 2.500 serán para la exportación, una parte de los cuales serán generados en termoeléctricas que funcionan con gas natural.
En Bolivia operan una docena de petroleras internacionales, entre ellas la española Repsol, la brasileña Petrobras, la franco-belga TotalFinaElf, la British Gas y la anglo-argentina Pan American Energy (PAE).