“Las áreas fronterizas y lugares estratégicos de la Amazonía son lugares donde debe haber una presencia militar creciente y va a haber una presencia militar creciente para garantizar control territorial, soberanía territorial de los bolivianos en esas áreas tan especiales”, sostuvo García Linera en rueda de prensa.
El vicepresidente citó lo que hace Bolivia ante una consulta de la prensa sobre el anuncio de Brasil de una operación en sus límites con territorios bolivianos y peruanos, en la que participarán 7.500 soldados en el combate al narcotráfico y otros ilícitos.
García Linera señaló que las Fuerzas Armadas bolivianas también han desplegado tropas desde hace meses en varias zonas fronterizas, sobre todo en el norte y noreste amazónico, identificados como lugares de tránsito de droga peruana hacia Brasil.
“Ahí hemos hecho despliegue de tropas y estamos construyendo también unidades militares avanzadas y en algunos casos estamos construyendo instalaciones militares más grandes”, agregó.
Además de Brasil y Perú, Bolivia tiene límites fronterizos con Argentina, Paraguay y Chile.
El vicepresidente también se refirió a la reciente intervención militar en el pueblo andino de Challapata, en la región de Oruro, en la que murieron dos personas durante las manifestaciones para evitar que los uniformados confisquen decenas de vehículos usados que fueron metidos a Bolivia de forma ilegal desde Chile.
García Linera lamentó los decesos y señaló que deben ser investigados, aunque alegó que la acción militar del martes respondió a un ataque en días previos de grupos de delincuentes contra un “regimiento de tropas especiales de las Fuerzas Armadas”.
Indicó que Challapata es un área “donde hay que reforzar la presencia estatal temporalmente, restablecer la institucionalidad y la legalidad” a través del Ejército y que, cuando ello haya ocurrido, los militares se replegarán y dejarán en manos de la policía el control ciudadano.