Esto ocurre al cumplirse un mes de la matanza de 17 personas en un colegio de Parkland, Florida.
En la plaza frente a la Casa Blanca se manifestaban centenas de estudiantes a los gritos de “¡Nunca más!” y “¡Basta!”, al tiempo que exhibían pancartas donde se leía “Protejan a la gente, no a las armas”.
Los grupos estudiantiles iniciaron luego una caminata desde la Casa Blanca hasta el Capitolio, la sede del Congreso. Brenna Levitan, de 17 años y alumna de una escuela en el barrio de Silver Springs, en la periferia de Washington, dijo que la idea era “mostrar al Congreso y a los políticos que no vamos a quedarnos de brazos cruzados, no seguiremos callados”.
Levitan, que marchó acompañada por su madre en la fría mañana de Washington, apuntó que la matanza en el colegio de Parkland “ha sido la última”.
En un colegio de secundaria en Cherry Hill, en Nueva Jersey, casi la totalidad de los estudiantes abandonó las clases y se reunió en el campo de deportes para protestar contra los reiterados episodios de violencia con armas en las escuelas.
A las 10:00 hora local (11:00 hora paraguaya) los estudiantes realizaron un minuto de silencio en numerosas ciudades del país en homenaje a los 14 alumnos y tres adultos asesinados en la masacre de la secundaria Stoneman Douglas, en Parkland. En memoria de esas víctimas se organizó la “Caminata Escolar Nacional”, prevista para durar 17 minutos, un minuto por cada persona asesinada en Parkland.
La jornada de protesta se realiza al cumplirse un mes en que el joven Nikolas Cruz, de 19 años, ingresó a su excolegio con un rifle semiautomático y abrió fuego indiscriminadamente contra quienes encontró a su paso. Cruz logró huir de la escuela mezclado con la multitud que corría, pero fue detenido poco más tarde.
El Fiscal del estado de Florida adelantó que pedirá la pena de muerte contra el joven, al tiempo que los abogados de Cruz sugirieron que el acusado aceptaría declararse culpable a cambio de no enfrentar la pena capital.
La jornada de protesta es también una manifestación de los estudiantes de todo el país contra la aparente incapacidad de las autoridades de imponer cualquier tipo de control sobre el acceso a armas, inclusive de alto calibre.
Los tiroteos e incidentes que involucran el uso de armas de fuego provoca la muerte de unas 30.000 personas al año en Estados Unidos. Los organizadores de la protesta a nivel nacional afirmaron a la prensa que alumnos de unas 3.000 escuelas en todo el país se han sumado a las manifestaciones de una u otra forma.
Poco después de la masacre de Parkland, el presidente Donald Trump prometió medidas “muy duras” para el acceso a armas pero el plan de acción lanzado por la Casa Blanca fue una enorme decepción para los estudiantes. Ese plan se apoya en la controvertida idea de entrenar personal escolar para cargar armas en los centros educacionales para proteger a los alumnos.
La propuesta inicial de Trump de elevar la edad mínima de 18 a 21 años para la compra de armas pareció esfumarse después de dos reuniones del presidente con la influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés). La NRA es el poderoso lobby en favor de las armas en el país y hace generosas donaciones a campañas electorales de políticos como forma de consolidar su influencia.
En la campaña presidencial de 2016, el NRA apoyó explícitamente la candidatura de Trump.