Washington apoya en Siria a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una coalición de combatientes kurdos y árabes dominada por la milicia kurda de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) que combaten contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El presidente Donald Trump anunció en diciembre la retirada de unos 2.000 soldados estadounidenses desplegados en este país en guerra, al pronosticar la próxima derrota de los yihadistas.
"A los grupos que apuestan por los estadounidenses, les decimos que no los protegerán", dijo Al Asad este domingo en un comunicado emitido por la televisión pública.
"Los estadounidenses no te pondrán en su corazón ni en sus brazos, te pondrán en su bolsillo, para que seas una herramienta en su trueque", dijo.
A raíz del conflicto que ha devastado a Siria desde 2011, los kurdos han logrado establecer una autonomía "de facto" en las regiones bajo su control, con territorios en el norte y noreste que representan casi el 30% del país.
El anuncio de la retirada de Estados Unidos sorprendió a esta minoría, que podría terminar debilitada contra la vecina Turquía, en momentos en que Ankara amenaza con lanzar una ofensiva para desalojar a las YPG de zonas adyacentes a su frontera con Siria.
Para protegerse, los kurdos han iniciado un acercamiento con el poder de Damasco y están tratando de negociar una solución política para preservar su semiautonomía.
Sin embargo, estas conversaciones se encuentran estancadas.
El domingo el consejo militar de las FDS celebró una reunión de rutina durante la cual sus miembros discutieron "el futuro de las relaciones con el gobierno sirio", destacando la "especificidad" de las FDS y la necesidad de "reconocimiento" de la administración semiautónoma kurda, según un comunicado.
El consejo militar también se refirió al "deseo de encontrar a través del diálogo una solución a los problemas con el estado turco, en un marco de buenas relaciones de vecindad y respeto mutuo".
Antes, Al Asad había dicho: "Si no te preparas para defender a tu país y resistir, no serás más que esclavo entre los otomanos", lanzó refiriéndose a Turquía.
"Nada los protegerá, excepto su Estado. Nadie los defenderá, excepto el ejército árabe sirio", afirmó el presidente Asad.
El conflicto en Siria comenzó en 2011 y se ha vuelto más complejo con los años a raíz de la implicación de potencias extranjeras y grupos yihadistas. Desde entonces la guerra ha dejado más de 360.000 muertos y millones de desplazados y refugiados.