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El boliviano Humire es director del Centro para una Sociedad Libre y Segura, de Washington, además de ser un reconocido experto en asuntos de seguridad nacional y antiterrorismo y sigue de cerca la detención del libanés Assaad Ahmad Barakat, considerado cabeza de una organización criminal y terrorista.
Barakat, quien había cumplido en el 2009 una condena de seis años por evasión de impuestos, tenía orden de captura internacional por producción de documentos falsos (pasaportes) en Paraguay.
El grupo que encabeza Assaad Barakat no solo está involucrado en casos relacionados al lavado de dinero, narcotráfico u otros casos de corrupción sino también se lo involucra en actos de terrorismo como el financiamiento del ataque a la AMIA en Buenos Aires en 1994 y maneja una enorme red en la zona fronteriza del Brasil, Argentina y Paraguay.
“Todos sabemos que el caso de la AMIA no ha llegado a un corte, pues los acusados que son del Hezbollah y otras personas vinculadas al gobierno de Irán, nunca fueron presentados ante la justicia argentina e incluso hasta el fiscal de la causa está muerto (en referencia al caso Nissman)”.
“Sin embargo hay información que manejan los analistas y por supuesto, también la inteligencia argentina, que confirma la participación de los Barakat en ese acto terrorista”.
Hezbollah (Partido de Dios en árabe) es una organización islámica chiita libanesa que responde a los intereses de Irán, país que alberga al 90% de la corriente chiita del Islam y cuya otra rama son los sunitas, a la cual pertenece la mayoría de los países árabes bajo el liderazgo de Arabia Saudita.
La organización tiene un brazo político que tras las últimas elecciones en mayo pasado, se posicionó como mayoría en el parlamento libanés. Pero además, Hezbollah tiene un brazo armado muy poderoso y combate a favor de Bashar Al Assad en Siria contra los rebeldes sirios al tiempo que apoya al grupo terrorista palestino Hamas en la lucha contra Israel en la Franja de Gaza.
“Es muy importante que Brasil colabore con Argentina para que Barakat no solo entregue información referente a los casos actuales, como los de las casas de cambio o los casinos de la Triple Frontera sino también para saber cómo esta red ha funcionado desde su origen hasta el día de hoy, porque esa sí es una historia larga, compleja y muy útil para conocer cómo seguirá funcionando en el futuro”.
Consultado sobre si los recientes cambios de orden político en Paraguay han colaborado para la captura de una persona muy buscada en la zona por las autoridades de varios países, Humire expresó que son otros los motivos que forzaron la captura del libanés.
“El clan Barakat ha estado operando por mucho tiempo en la región y los servicios de inteligencia de Argentina, Brasil y Paraguay lo sabían, por tanto es evidente que lo que ha cambiado es el deseo político para tomar estos casos como de alta prioridad”.
“Esta operación ya comenzó con el congelamiento de las cuentas de 14 miembros del clan en julio pasado en la Argentina e incluso podemos ir más atrás cuando (el narcotraficante libanés Alí Issa) Chamas fue extraditado de Paraguay a Estados Unidos. Por tanto podemos afirmar que esto no ha sido un cambio de conocimiento o de mayor información de inteligencia sino que fue más que nada un cambio de prioridades y que en esta ocasión ha sido ejecutada con éxito por la Policía Federal del Brasil”.
Con cierta preocupación Joseph Humire comenta que “Hezbollah tiene varios mecanismos de financiamiento en América latina y las operaciones en la Triple Frontera son solo uno de ellos pero es el original, el primero de todos por lo que es importante conocer el detalle de cómo lo montaron, cómo crecieron y cómo operaron para así poder descubrir su presencia en otros lugares, por ejemplo, en la triple frontera de Bolivia, Chile y Perú, donde las autoridades chilenas desbarataron al grupo en el puerto de Arica”.
“Aunque no haya pruebas que confirmen el vínculo con Hezbollah, va a ser muy importante realizar un buen interrogatorio a Assaad Barakat para encontrar esas evidencias”.
"La afinidad ideológica es muy importante para este grupo que ha operado en la frontera de Siria, Líbano e Israel donde han operado incluso antes de mudarse a América Latina".
Hay fuertes sospechas que elementos del Hezbollah realizan constantes viajes a Venezuela, un gran aliado de Irán, país que apoya económica y militarmente al grupo terrorista libanés. De hecho, en 2015, Rafael Isea, Ministro de Finanzas del gobierno de Hugo Chávez, confirmó que Nasrallah y Maduro se reunieron en Damasco para acordar entrega de pasaportes venezolanos a miembros del Hezbollah, así como actividades relacionadas al suministro de armas y narcotráfico.
El actual número 2 del gobierno de Nicolás Maduro, Tareck el Aissami, también ha sido vinculado a actividades ilícitas con Irán por lo que fue incluido en la lista de sancionados por Estados Unidos, sufriendo el congelamiento de sus cuentas.
Para finalizar Humire resalta que “no conocemos toda la historia de este clan, por tanto insisto en que es importante realizar un buen interrogatorio para conocer los detalles de sus operaciones y creo que es mejor que lo extraditen a Argentina porque ese país tiene mejores tratados con Estados Unidos, aunque no puedo opinar mucho del tema porque no soy experto en leyes”.