La posibilidad de consultar el balance tiene como objetivo fomentar la transparencia de la mayor institución financiera de la Iglesia católica, explicó al personal del banco el presidente, el alemán Ernst von Freyberg, designado en febrero pasado por Benedicto XVI, pocos días antes de su renuncia.
El año pasado, el IOR volvió a estar en el ojo de la tormenta cuando las autoridades italianas pusieron el punto de mira en su gestión.
El presidente de entonces, el italiano Ettore Gotti Tedeschi, simpatizante del Opus Dei y que durante años fue el máximo responsable del banco español Santander en Italia, fue destituido en forma fulminante en mayo de 2012 por su gestión.
Un grupo de expertos en finanzas del Consejo de Europa, conocido como “Moneyval”, divulgará también en diciembre un informe sobre los esfuerzos del Vaticano y su banco para respetar las reglas contra el blanqueo de dinero ilícito.
Moneyval prepara el llamado “progress report” con la evaluación sobre las medidas tomadas por la Santa Sede.
Tras la publicación en julio pasado del primer informe de los expertos europeos, el Vaticano prometió reforzar ulteriormente los esfuerzos con el fin de formar parte de la “lista blanca” de países que respetan las leyes contra el lavado de dinero.
Uno de los problemas señalados por los expertos y que recae sobre el banco es que tiene 33.404 cuentas corrientes, pero no tiene una base de datos completa, la cual debe ser completada.
IOR será supervisada por un sociedad internacional de certificación, una medida que garantiza el cumplimiento de la legislación contra el lavado de dinero ilícito, advirtió Von Freyberg, quien desea superar “las incomprensiones”.
El IOR tiene 112 empleados y dispone de fondos por valor de 5.000 millones de euros repartidos en unas 25.000 entidades diferentes.
Un 77% de sus clientes vienen de Europa y un 7% del Vaticano. El IOR está bajo la supervisión de una comisión de cardenales y sólo contrata a católicos practicantes.