La campaña, coordinada por el Fondo para la Conservación de la Naturaleza (WWF), buscaba en esta edición concienciar a los australianos sobre la importancia de combatir el cambio climático y de educar a las nuevas generaciones.
“Más que nunca, nuestras acciones contra el cambio climático hoy en día darán forma al futuro de nuestros niños”, dijo en un comunicado el director ejecutivo de la filial australiana de WWF, Dermot O'Gorman.
La organización esperaba que uno de cuatro australianos participara en las acciones programadas en esta iniciativa creada hace una década en el país y exportada a todo el mundo.
“Los australianos deben sentirse orgullosos de su papel en poner en marcha este diálogo global de una década sobre el cambio climático”, añadió O'Gorman.
La Hora del Planeta, que invita a apagar las luces entre las 20:30 y las 21:30 hora local, comenzó antes en Samoa, en el Pacífico Sur, donde también se dedicó la jornada a abogar en contra de la deforestación y a favor de la gestión de residuos.
La campaña seguirá en el Sudeste Asiático, con acciones en Singapur, Malasia e Indonesia, dirigidas a promover la protección de bosques y océanos.
En Tailandia se apagará la iluminación de puntos emblemáticos de Bangkok como el Gran Palacio, el templo Arun o el puente de Rama IX para promover estilos de vida basados en una baja emisión de carbono.
La Hora del Planeta nació en Sídney en 2007 y entonces contó con la participación de unos 2.000 comercios y 2,2 millones de personas, que al año siguiente aumentaron a 50 millones de participantes en 35 países.
Los organizadores han programado actividades en 178 países y territorios para la edición de este año de la Hora del Planeta, en la que se apagará la iluminación en más de 400 monumentos emblemáticos de todo el mundo.