Aunque debilitado, el huracán Matthew sigue azotando el sureste de EEUU

JACKSONVILLE, Estados Unidos. El huracán Matthew, de categoría 1, seguía golpeando el domingo la costa sureste de Estados Unidos, tras un implacable azote de cuatro días que dejó muerte y destrucción en el Caribe.

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En Haití, donde Matthew tocó tierra el martes como un monstruoso huracán categoría 4, el balance oficial provisional de muertos era de 336.

En Estados Unidos, los fallecidos son hasta el momento nueve: cinco muertos en Florida y cuatro en Georgia.

Matthew azotaba con vientos de 120 km/h a Carolina del Sur, donde tocó tierra el sábado, y se arrimaba a Carolina del Norte, donde ha producido “inundaciones nunca antes vistas”, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC).

Pese a las crecidas, la caída de árboles y de tendido eléctrico, el sureste de Estados Unidos no sufrió daños catastróficos debido a que el ciclón fue menos severo de lo esperado.

No obstante, se temen inundaciones récord, y el director del NHC, Rick Knabb, advirtió en Twitter que “uno de cada cuatro muertos durante huracanes tropicales en Estados Unidos está vinculado al aumento del nivel de los ríos”.

A las 09H00 GMT, el huracán se encontraba justo al sur de la costa de Carolina del Norte y desplazaba a 22 km/h en dirección este-noreste.

En previsión de la llegada del huracán tras arrasar Haiti, República Dominicana, Jamaica, Cuba y las Bahamas, en Estados Unidos se ordenó la evacuación de millones de personas en tanto se impusieron toques de queda.

El presidente Barack Obama declaró el estado de emergencia en Florida, Georgia y ambas Carolinas, lo que implica ayuda federal.

La ciudad costera de St. Augustine, la más antigua del estado de Florida, sufrió “fuertes daños”, dijo a la AFP el comandante Chuck Mulligan, de la oficina del comisario del condado de St.Johns.

“Es la zona más afectada que he visto”, confirmó el gobernador de Florida a periodistas que lo acompañaron en un recorrido por la zona costera de la ciudad.

En Florida, la energía se iba restableciendo lentamente, aunque cerca de 9% de los abonados -unos 879.000 clientes- permanecían sin servicio.

En tanto, en Georgia, la isla Tybee describió a Matthew como la peor tormenta en azotar el área desde 1898.

Cerca de 120.000 abonados permanecían sin energía eléctrica en la ciudad de Savannah y sus alrededores, dijeron funcionarios.

Varias rutas permanecían intransitables, en tanto crecía la frustración de los residentes que no podían regresar a sus hogares.

Eric Thomas, de 42 años, cortó con una motosierra un árbol caído que le impedía el acceso a la ruta de Savannah a la isla Tybee para llegar a su casa.

Pese a que logró con la ayuda de amigos despejar la ruta, la policía impedía aún la circulación. Thomas dijo a la AFP que según la habían informado los daños en la isla eran “sustanciales”.

El mandatario interino de Haití, Jocelerme Privert, declaró tres días de duelo nacional desde este domingo ante los estragos causados por el ciclón.

Aún se está evaluando la devastación que el meteoro causó en el sur del país más pobre de las Américas en tanto la cifra de muertos es provisional debido a las dificultades de acceso a determinadas áreas.

Los muertos son al menos 336, “pero no tendremos un balance definitivo hasta el miércoles”, dijo la titular de Protección Civil, Marie-Alta Jean Baptiste, a la AFP .

Otros funcionarios habían hablado previamente de unos 400 muertos.

Unicef estimó en 1,3 millones -10% de la población total- el número de haitianos afectados por el huracán. De ellos, 500.000 son niños.

En Jérémie, una ciudad de 300.000 habitantes inaccesible hasta el viernes, la situación es desesperante. “Es como si alguien con un telecomando hiciera que las aguas subieran y subieran”, graficó en declaraciones a la AFP Carmine Luc, una joven de 22 años.

En la bahía de Abricots, a 17 km de Jérémie, los habitantes sólo tienen alimentos para 10 o 15 días, dijo David Millet, quien trabajó durante años para la ONG Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras.

El barrio de Croix-Marche a Terre, en Los Cayos, la tercera ciudad del país, estaba reducido a un montón de árboles arrancados de cuajo, planchas metálicas y basura de todo tipo moviéndose entre las aguas y las casas destruidas.

En ciertas zonas del territorio hasta 80% de los cultivos fueron arrasados.

“Estamos organizando el transporte por vía terrestre, marítima y aérea de alimentos, agua y medicamentos hacia las zonas más afectadas”, dijo a la AFP el ministro del Interior, Francois Anick Joseph.

Las promesas de ayuda se multiplicaban. Estado Unidos anunció el envío del buque USS Mesa Verde con 300 efectivos especializados en emergencias médicas, asistencia y reconstrucción y tres helicópteros, que se sumarán a un personal de 250 y nueve helicópteros ya listos para desplegarse en Haití.

Francia anunció el envío de 60 uniformados con 32 toneladas de ayuda humanitaria y equipo para purificación de agua, en tanto Venezuela, que sufre una severa crisis de desabastecimiento, envió con celeridad tres cargas de ayuda y alimentos.

El grupo de beneficencia International Relief Teams, con sede en California, dijo que donó 7 millones de dólares en suministros médicos, junto con MAP International y Hope for Haiti.

“Mucha gente perdió todo y se quedó solo con lo puesto”, señaló la ONG Care-France.

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