“A esta altura no puedo decirles que vaya a haber un arresto inminente. Ciertamente no hay nadie detenido”, admitió el jefe de la policía del condado de St Louis, Jon Belmar, durante una conferencia de prensa.
“Cuando creamos tener pistas serias, les comunicaremos para que a través de ustedes la comunidad pueda asistirnos”, añadió, dirigiéndose a la prensa.
Ferguson es una pequeña ciudad de 21.000 habitantes de mayoría negra, pero donde prácticamente la totalidad de las fuerzas del orden son blancos.
Saltó a los titulares el año pasado por fuertes protestas y conflictos raciales tras la muerte el 9 de agosto de 2014 de un joven negro de 18 años, Michael Brown, que falleció tras recibir varios disparos de un agente de policía blanco, Darren Wilson.
El departamento de Justicia absolvió al agente alegando que había actuado en defensa propia.
Sin embargo, el mismo departamento publicó en paralelo un informe devastador sobre las prácticas cotidianas de la policía de Ferguson, mostrando categóricamente con números la desigualdad del tratamiento reservado a blancos y negros.
Tras este informe, el jefe de la policía de la ciudad, Thomas Jackson, anunció el miércoles su dimisión. Los dos agentes resultaron heridos horas después de este anuncio en una manifestación frente a la comisaría de Ferguson.
El jueves un equipo especial de la SWAT registró una vivienda a escasos 500 metros del lugar donde se produjeron los disparos, e interrogaron a tres personas.
“Varias pistas nos llevaron a esta casa. Y pudimis investigar”, afirmó Belmar. “Los investigadores están en el caso 24 horas al día. No descansarán hasta que no se concluya esta investigación”, señaló.
El presidente de Estados Unidos, Barak Obama, condenó el tiroteo del miércoles en una aparición en el programa televisivo “Jimmy Kimmel Live”, el jueves por la noche.
“Lo que ha estado pasando en Ferguson es opresivo y objetable y ameritó una protesta”, dijo, haciendo referencia a la muerte de Brown y los datos publicados por el departamento de Justicia.
“Pero no hay excusas para cometer actos criminales”, sentenció.
Los pedidos de renuncia del alcalde republicano de la ciudad, James Knowles, han ido en aumento. Sin embargo Knowles aseguró en una entrevista en CNN este viernes que se mantendrá en el puesto que obtuvo mediante elecciones el año pasado.
“Hay formas de sacarme si esa es la voluntad del pueblo”, dijo en referencia a una medida legal que permite a los residentes hacer un pedido para revisar una elección oficial por disconformidad con la autoridad.
Knowles dijo en la Radio Nacional Pública que en Ferguson persisten las tensiones.
“Los oficiales y residentes están preocupados por su seguridad”, afirmó.