En las últimas horas, las víctimas mortales han aumentado a 34 tras consumir el alcohol adulterado los pasados 25 y 26 durante las celebraciones de Navidad en una zona cristiana de la ciudad de Toba Tek Singh, en la provincia oriental de Punyab, dijo el portavoz de Policía de la urbe Mohamed Nadim.
La fuente indicó que 105 personas resultaron intoxicadas, de las que unas 30 continúan ingresadas. Seis personas han sido detenidas por su supuesta implicación en la producción del alcohol con loción para después del afeitado, adquirido en una barbería de la zona. Dos de los sospechosos se encuentran hospitalizados y un séptimo murió tras consumir el producto.
Este tipo de tragedias se producen con relativa frecuencia en Pakistán, oficialmente una república islámica en la que la ley solo permite comprar y consumir alcohol a los no musulmanes, que constituyen poco más del 3% de la población del país.
El pasado marzo, un centenar de personas resultaron intoxicadas, de las que 45 murieron tras consumir alcohol adulterado en el sur del país. El licor puede ser conseguido en el mercado negro a altos precios o en destilerías clandestinas de dudosa fiabilidad.