“Seamos claros. Aquellos que utilizan cada vez armas más destructivas saben exactamente lo que están haciendo. Saben que están cometiendo crímenes de guerra”, dijo Ban al Consejo de Seguridad. “Imaginen la destrucción. Personas con los miembros arrancados. Niños sufriendo un terrible dolor sin ningún alivio”, afirmó. “Imaginen un matadero. Esto es peor”.
Los dos mayores hospitales de la parte rebelde de Alepo fueron blanco de bombardeos que constituyeron, de acuerdo con ONG y habitantes, ataques deliberados del régimen sirio y su aliado ruso para aniquilar las infraestructuras. Ban recordó que el Consejo había aprobado en mayo una resolución para la protección de personal e instalaciones médicas en los conflictos armados, pero que desde entonces los ataques en Siria o Yemen no cesaron.
“En Siria, sigue la matanza y no se ahorra ninguna vida”, aseveró. “El mundo los ha dejado caer, los hemos dejado caer”, lamentó en referencia a los civiles sirios. “Hay que actuar y exigir que (los responsables) rindan cuentas”, agregó al dirigirse a los embajadores de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, reunidos en un debate general sobre la ayuda médica a los civiles en conflicto.