El número de incidentes de carácter antisemita subió a 1.083 casos, un 14% más que en el año anterior, mientras que el de ataques físicos se situó en 46, frente a los 26 registrados en 2017, de acuerdo con esa estadística.
El cómputo de incidentes abarca tanto insultos como actitudes hostiles, así como difusión de propaganda antisemita o contenidos de esta índole, aclara ese estamento en un comunicado.
Las víctimas de tales insultos, amenazas o trato vejatorio fueron principalmente judíos -alrededor de la mitad-, pero también se extendieron a personas no incluidas en ese colectivo pero a las que se dirigieron este tipo de mensajes.
El director de Rias, Benjamin Steinitz, destacó asimismo que se ha observado una mayor “disposición” a atacar, verbal o físicamente, a otras personas por razones antisemitas y que este tipo de agresiones empiezan a proliferar en el ámbito de lo “cotidiano”.
Por parte del gobierno de la ciudad-estado y capital alemana, su responsable de Justicia, el verde Dirk Behrendt, reconoció, en declaraciones al semanario “Der Spiegel”, que en Berlín se está generando un “problema de antisemitismo”.