En esta votación los ciudadanos de Arizona elegirán a los candidatos que concurrirán al Congreso en las legislativas del próximo noviembre.
Arizona será uno de los territorios más disputados este otoño entre demócratas y republicanos, especialmente por el asiento que ha dejado vacante en la Cámara Alta el senador republicano Jeff Flake, quien anunció hace unos meses que no se presentaría a la reelección.
El abogado Evan Rice, de 51 años, acudió temprano hoy a uno de los centros de votación del condado de Maricopa, uno de los más grandes del país -27 estados de EE.UU. tienen menos población que Maricopa. Pese a estar registrado como independiente, Rice ha decidido votar en la papeleta republicana porque cree más importante escoger a un candidato conservador adecuado.
“Creo que vivimos en una sociedad donde hay mucha tensión política, y Arizona no es inmune a ello. (...) Hay mucha ansiedad sobre hacia dónde estamos yendo políticamente”, asegura en declaraciones a Efe tras ejercer su derecho a sufragio. “A veces voto demócrata, otras voto republicano -detalla-. Esta vez he votado republicano porque hay ciertos candidatos específicos a quienes quiero votar. No diré por quién he votado, pero hay algunos caracteres en liza este año que no creo que sean positivos para el estado. Así que he votado por conciencia”.
Debido a que en Estados Unidos los comicios siempre se celebran los martes, día laboral, los ciudadanos suelen acudir a los centros de votación a tempranas horas del día, o bien en el descanso del almuerzo, pero en el caso de Arizona una gran mayoría ya ha sufragado gracias al sistema de voto temprano, que dura alrededor de un mes antes de la primaria. No obstante, según pudo constatar Efe, hoy se ha registrado un goteo constante de ciudadanos al comienzo del día, después de que se abrieran las urnas a las 6.00 hora local (13:00 GMT).
Scott, de 57 años y veterano de guerra, también está registrado como independiente y rehúsa decir por quién ha votado. Sin embargo, asegura que tanto él como su entorno sienten que el Gobierno sigue siendo muy intervencionista, una ideología más afín al votante conservador en Estados Unidos. Además está convencido de que aún sigue habiendo fraude electoral: “Se siguen contando votos de gente que ya no está con nosotros”, afirma, en alusión a personas fallecidas que, según “ha leído”, al final forman parte del recuento.
Históricamente conservadora, la demografía de Arizona es cada vez más amable con los demócratas, por lo que el estado se ha convertido en un enclave fundamental para invertir la balanza y saber quién se hará con la mayoría en el Capitolio, algo que reconocen los propios republicanos.
“Arizona era un 'estado rojo' (republicano), pero ahora partimos de cero”, dice a Efe Ayshia Connors, directora de comunicaciones del Partido Republicano en Arizona. “Entre otros asuntos, el cambio demográfico ha ayudado a los demócratas, por eso no podemos dar ningún asiento por asegurado”, insiste la estratega conservadora, quien destaca la vocación de unidad del partido en el estado, gracias a la figura del actual gobernador, Doug Ducey.
Tras décadas de conservadurismo irrebatible, los demócratas en Arizona destilan entusiasmo: los datos que manejan sobre el voto temprano arrojan una mayor participación que en las presidenciales de 2016 y ese factor siempre sopla a su favor. Además de poder arrebatar el asiento de Flake a los republicanos, confían en tener un candidato competitivo para enfrentar a Ducey en la Gobernación, una carrera en la que destaca el demócrata latino David García, a quien varias encuestas le han dado como ganador frente al actual gobernador este noviembre, aunque por un margen muy estrecho.
“Después de noviembre, te puedo garantizar que vais a ver una Arizona muy diferente”, subraya en una conversación con Efe Steven Slugocki, presidente del Partido Demócrata en el condado de Maricopa. “El estado está cambiando”.