“La perdimos por una hora pero sigue luchando” , dijo el papá, Fabián Verón, al evocar un paro cardiorrespiratorio que sufrió la recién nacida la noche del jueves y del que los médicos lograron sacarla.
La beba, de 13 días, se encuentra en “crítico estado de salud” y “clínicamente desmejorada con respecto del día de ayer (jueves), con alto riesgo de muerte” , según leyó en un parte Diana Vesco, directora del hospital Julio Perrando, donde está ingresada en Resistencia, capital de la provincia de Chaco, 1.000 km al norte de Buenos Aires.
El 3 de abril, con seis meses de gestación nació Luz Milagros en ese hospital y poco después los médicos a cargo firmaron su acta de defunción.
La madre, Analía Bouter, que tiene otros cuatro hijos nacidos en el mismo hospital, pidió ver el cuerpo para despedirse de su niña ya enviada a la morgue, y casi se desmaya cuando, al abrir el pequeño cajón, sintió un suspiro y vio movimientos de la pequeña.
“Él (el padre) hizo palanca y abrió el cajón. De golpe sentí un gemido. Estaba tapadita llena de escarchas”, contó Analía. La beba ya llevaba 12 horas horas en el lugar.
Tras el hallazgo, los padres decidieron cambiar el nombre de Lucía Abigaíl que habían pensado para la pequeña y la bautizaron Luz Milagros.
Analía ahora no quiere separarse de ella y permanece a su lado en cuidados intensivos, tocándola aunque cumpliendo todas las medidas de asepsia, cuentan en el hospital.
La historia de la pequeña conmueve a los argentinos al punto que la presidenta Cristina Kirchner se interesó personalmente y se comunicó con el matrimonio telefónicamente para transmitirles que deseaba conocerla.
“La Presidenta pidió conocer a la beba una vez que salga de la terapia”, confió Analía.
La noticia tuvo una amplia repercusión nacional e internacional y generó miles de comentarios en las redes sociales, y sumaba 3.670.000 menciones y 319 artículos en Google.
La familia es de origen humilde y la gobernación de Chaco ofreció ayuda económica o laboral.
“Lo que sucedió es un milagro, sin dudas, pero no está de más esta ayuda”, admitió Analía.
Un comunicado de prensa emitido este viernes por el hospital detalló que la beba “pesa 780 gramos” y “presenta un crítico estado de salud y un actividad renal alterada”, y admitió que la pequeña está clínicamente desmejorada respecto del jueves.
Carlos Fustiñana, jefe de Neonatología del hospital Italiano de Buenos Aires, quien llegó este viernes a Resistencia para realizar una interconsulta, descartó trasladarla a la capital del país donde están los mejores centros pediátricos de salud.
“La beba está grave pero se ha logrado estabilizarla. Acá (en el hospital de Resistencia) hay un buen grupo de neonatólogos, la beba no necesita de otras asistencias terapéuticas y el riesgo de un traslado sería mucho peor que los beneficios de trasladarla”, estimó Fustiñana.
El especialista dijo no poder dar pronósticos ni aventurar una opinión sobre si Luz Milagros tendrá secuelas por el tiempo que pasó bajo temperaturas gélidas al sostener que “en estos casos hablamos del día a día”.
¿Cómo puede haber ocurrido algo así?, se preguntan los argentinos, a lo que los médicos coinciden en responder que se trata de “una situación compleja”.
“Este tipo de cosas pueden llegar a pasar. El error médico existe, hay que hacer todo para que no vuelva a ocurrir algo así”, dijo Fustiñana.
Por el caso, se abrió una investigación sumarial a cinco profesionales del hospital.
Según las estadísticas, acutalmente en centros de primer nivel un bebé que pesa entre 500 y 750 gramos tiene un 60% de posibilidades de supervivencia, pero en algunas zonas tienen una mortalidad cercana al 100%.