Sobre los imputados pesan acusaciones de privación ilegal de la libertad agravada, tormentos y homicidios ocurridos en el centro clandestino conocido como “Mansión Seré” o “Atila” que funcionó entre diciembre de 1976 y marzo de 1978 en la localidad bonaerense de Castelar (unos 25 kilómetros al oeste de Buenos Aires).
La Justicia sentó en el banquillo de los acusados a los excabos de la Fuerza Aérea Daniel Alfredo Scali y Marcelo Eduardo Barberis y los exbrigadieres Hipólito Rafael Mariani, César Miguel Comes y Miguel Ángel Ossés.
Hipólito Mariani y César Comes, que fuero los máximos responsables de la Fuerza Aérea en la zona investigada, ya habían sido sentenciados a 25 años de prisión en 2008 por crímenes cometidos en la Mansión Seré, en una causa previa a este juicio, que abarcará todos los delitos cometidos en el centro de detención ilegal.
Completan la lista de imputados los expolicías bonaerenses Néstor Rubén Oubiña (excomisario), Felipe Ramón Sosa (excabo primero) y Héctor Oscar Seisdedos (excabo y exauxiliar de la Fuerza Aérea).
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 5 de la localidad bonaerense de San Martín (14 kilómetros al oeste de Buenos Aires) será el encargado de determinar las responsabilidades.
La Mansión Seré era una casa antigua de dos plantas, cedida a la Fuerza Aérea tras el golpe militar de 1976, que funcionó como centro de detención clandestino por donde pasaron cientos de secuestrados ilegalmente en 1977 y 1978.
Tras la fuga de tres prisioneros en marzo de 1978, la casa fue incendiada para destruir las evidencias de su papel como centro de tortura y detención ilegal.
La evasión fue llevada al cine por el director Adrián Caetano bajo el título “Crónica de una fuga” (2006).
En el año 2000, la Mansión Seré se convirtió en un centro dedicado a la memoria y en 2013 la presidenta Cristina Fernández inauguró en el recinto el Centro de Interpretación e Investigación Espacio Mansión Seré.