Conocida también como Ley de la Palmada, este dispositivo no contempla sanciones penales, aunque prevé multas de 3 a 20 sueldos a los funcionarios públicos, profesores e incluso médicos que tomen conocimiento de casos de agresión y no los denuncien.
Según esta ley, los menores de 18 años deben ser “educados y cuidados sin el uso del castigo físico o de tratamiento cruel o degradante”, disposición que será incluida en el Estatuto del Niño y Adolescente del país.
La ley considera “castigo físico” aquella sanción de castigo o disciplinaria con fuerza física que lleve al sufrimiento físico y lesión, mientras que “tratamiento cruel o degradante” es aquel que humilla, amenaza gravemente o ridiculiza al niño.
“Dependiendo de la situación, debe llamarse a la policía. Pero no se trata de penalizar, es hacer un seguimiento a los padres, que reciban atención psicológica. No es una ley de sanción sino para contribuir con una sociedad de personas tolerantes y no agresivas”, dijo la senadora Ana Rita, relatora del proyecto.
La norma, aprobada la noche del miércoles por el Senado después de 4 años de trámites, aguarda ahora la sanción de la presidenta Dilma Rousseff.
La ley también ha sido bautizada como Ley Bernardo, en memoria de Bernardo Boldrini, niño de 11 años que fue encontrado muerto en abril, en unos matorrales cerca de una carretera en el estado de Rio Grande do Sul (sur). El padre y la madrastra son sospechosos del hecho.
“La ley va a impedir el uso de la violencia. Pueden educar como gustes, pero sin usar la violencia. ¿Si dan una palmada a su hijo, van presos? No. Lo que se quiere es que la enseñanza sea sin violencia”, dijo por su parte la presentadora Xuxa, famosa en América Latina, uno de los personajes que apoyó la norma.