La víctima aún no ha sido identificada y la autopsia, que se realizará este jueves, debería aclarar las causas de su muerte, precisó la policía en un comunicado.
Mohamed, un niño bosnio de cuatro años, desapareció el 1 de octubre delante del centro de acogida de refugiados de Berlín, el Lageso, donde en aquel momento se formaban cada día inmensas filas de espera de demandantes de asilo que intentaban que se registrara su llegada a Alemania.
La policía, que confió la investigación a una célula especial, había difundido las imágenes de una cámara de vigilancia en las que se veía al niño caminando cogido de la mano de un hombre, de entre 35 y 50 años. En la otra mano llevaba un peluche. Los investigadores llegaron al sospechoso gracias a “informaciones procedentes de su entorno”, explicó la policía en su comunicado, sin dar más detalles.
Muchos diarios informaron del secuestro, entre ellos el más leído, Bild, que afirmó que el niño llegó a Alemania junto a su madre y sus hermanos de nueve años y cinco meses. El día de su desaparición, la madre, que había huido de Bosnia-Herzegovina dos años antes, fue a cobrar las ayudas sociales a las que tienen derecho los refugiados, según el periódico.