“En una asamblea llena, los trabajadores del metro aprobaron una huelga general por tiempo indeterminado a partir de las 0.00 del jueves”, informó en su página en internet el Sindicato de los Trabajadores en Empresas de Transportes Subterráneos.
Las líneas 1, 2, 3 y 5 del metro de la mayor urbe brasileña y de la ciudad en que se disputará el partido inaugural del Mundial, usadas por cerca de 4,5 millones de personas al día, estarán paralizadas durante el tiempo que se alargue la huelga, lo que supone que un tercio del servicio de la red dejará de funcionar indefinidamente.
El motivo de la huelga es un desacuerdo en las negociaciones entre el sindicato y la estatal Compañía Paulista de Transportes Metropolitanos (CPTM) en torno al aumento salarial reclamado por los trabajadores.
La empresa ofreció en un primer momento un aumento del 7,8 % mientras que los trabajadores exigían un 35 %, ya que consideran que la carga de trabajo aumentó en la misma medida que creció el volumen de pasajeros que soporta la red.
La última reunión entre las partes tuvo lugar hoy en el Tribunal Regional del Trabajo y este sugirió que la empresa ofreciera una subida del 9,5 %, algo rechazado por Luiz Antonio Carvalho Pacheco, presidente del metro, por lo que la oferta no pudo ser presentada ante la asamblea de trabajadores.
Los sindicatos del sector de los transportes urbanos están aprovechando la cercanía del Mundial para presionar a diferentes ayuntamientos de Brasil y reforzar sus pretensiones.
Sao Paulo sufrió hace dos semanas una huelga de conductores de autobuses que se prolongó durante cuatro días.
El consistorio paulista anunció que suspenderá provisionalmente el sistema de restricción de circulación de los automóviles según su matrícula durante la huelga.
El Metro de Sao Paulo hasta ahora no ha manifestado su intención de presentar algún recurso legal para garantizar un porcentaje del servicio y disminuir los efectos de la paralización aprobada por los cerca de 2000 trabajadores que participaron en la asamblea.