“Es un momento para ser valiente, no solo en el país, sino en la región y el planeta entero y a las cosas llamarles por su nombre. Seguiremos solidarizándonos con el dolor del pueblo nicaragüense y venezolano que día a día ven atropellados sus derechos ciudadanos y sus derechos humanos”, expresó el presidente Carlos Alvarado.
El presidente pronunció estas palabras luego de un acto oficial, cuando un periodista le preguntó acerca de las críticas que recibió de los gobiernos de Nicaragua y de Venezuela tras su participación en la Cumbre Iberoamericana de la pasada semana.
En ese foro Alvarado pidió que la comunidad internacional utilice “la diplomacia y el multilateralismo como herramientas válidas frente a los graves acontecimientos”, en Nicaragua y criticó las “reiteradas violaciones a los derechos humanos”, en Venezuela.
Ante esto, el Gobierno de Nicaragua acusó el 16 de noviembre a Costa Rica de ser una ficha de Estados Unidos y a Alvarado de tener un “carácter maleducado, entrometido, despreciativo, racista y fisgón”, así como una “xenófoba ofuscación”.
Por su parte, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, ofreció en la Cumbre Iberoamericana “los buenos oficios”, de su país “de carácter obrerista”, para que Costa Rica “logre entablar un diálogo respetuoso con los obreros que llevan más de 68 días de huelga ante las reformas fiscales”.
“Sobre opiniones de otras Cancillerías o representantes de otros Gobiernos no tengo comentarios”, dijo hoy Alvarado, quien afirmó que sí seguirá dirigiéndose a los pueblos cuando lo considere pertinente. “Sí me dirigiría a sus pueblos para decirles que Costa Rica, a partir de su tradición democrática, de respeto a los derechos humanos, de libertad de prensa y de respeto las personas, seguirá diciendo lo que cree y lo que sabe es correcto”, manifestó.