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La canciller Angela Merkel había definido al velo que cubre totalmente el rostro de las mujeres como "un obstáculo para laintegración" de los musulmanes en Alemania y ahora los ministros del Interior regionales de su partido, Unión Demócrata Cristianay los de la Unión Social Cristiana de Baviera (CDU-CSU) labraron la llamada "Declaración de Berlín" para prohibir su uso ysancionarlo.
Será considerada una "contravención" que las mujeres musulmanas lleven un velo que oculte sus rostros en espacios públicos, como escuelas o juzgados. Tampoco se exime a aquellasque lo usen mientras manejen un automóvil.
Por ahora, es sólo una prohibición sobre un papel pedida porlos ministros de ocho de las 16 regiones alemanas que setransformará en leyes y ordenanzas que desafiarán los reparosconstitucionales.
El ministro del Interior federal, Thomas de Maiziére, fuequien subrayó que la prohibición del burka deberá imponerse "en todos los espacios públicos" -hospitales, escuelas,universidades y tribunales, entre otros- pero también en loscontroles de conductores de vehículos y fotos de pasaportes.
Tampoco se podrá usar el velo en las manifestaciones públicas,como ya se había impuesto en los años Setenta una norma para quelos extremistas de izquierda no se cubrieran el rostro. En conferencia de prensa, el ministro juzgó "constitucionales" estos pedidos que evitan una prohibicióngeneralizada que, como fue subrayado ya en 2010 sobre la base deuna pericia de expertos parlamentarios, sería incompatible conla Constitución alemana.
"Rechazamos el ocultamiento completo" del rostro, subrayó DeMaiziére.
"Mostrarlo es constitutivo de nuestra sociedad", agregó.
Según dijo el funcionario durante la presentación deldocumento de la norteña región de Mecklemburgo, el burka "alimenta sociedades paralelas" y debe ser "tratado como unacontravención".
En este territorio, junto a Berlín, se celebrarán el mespróximo elecciones regionales en las que el CDU está bajopresión por parte de la extrema derecha xenófoba, que aprovechapara establecer una relación entre los extranjeros y elterrorismo y saca ventaja del temor a la islamización deAlemania.
De Maiziére negó que la prohibición del burka sea pedida bajopresión de la nueva formación de la derecha populista AFD,acreditada casi en un 20% en Mecklemburgo.
Otro ataque a las tradiciones ligadas de algún modo al Islamfue el anuncio que los ministros del Interior del CDU pidieron asus colegas de la cartera de Justicia que trabajen para ponerfin al fenómeno de las esposas-niña en Alemania.
En tanto, en Francia, casi al fin de la estación estival,también la alcaldía de Niza prohibió en sus playas el uso de laburkini, el traje que cubre íntegramente el cuerpo femenino,usado por las musulmanas observantes. La ciudad, que el pasado 14 de julio sufrió un ataqueterrorista -80 personas murieron arrolladas por un camión- sigueen esta decisión a otras alcaldías, entre ellas, la de Cannes,donde ya se aplicaron varias multas.
Así como lo hizo Merkel con el burka, también el premierfrancés Manuel Valls tomó posición respecto de la burkini, a laque definió como "incompatible con los valores deFrancia".