El vuelo chárter de expulsión “estaba previsto para 50 ciudadanos afganos, y eran menos de lo previsto. En realidad sólo 18 tomaron el vuelo” indicó el portavoz del ministerio de Interior, Tobias Plate, en rueda de prensa.
Tres afganos lograron que su orden de deportación fuera anulada por la justicia, pero los otros simplemente han desaparecido, se han refugiado en iglesias o han presentado problemas de salud inesperados.
El diario Bild calificó la situación de “desastre”, y detalló que al menos cinco han sido detectados dentro de iglesias.
Según el diario, los 18 afganos que fueron embarcados en el avión rumbo a Kabul estaban escoltados por 68 policías, dos médicos y un intérprete, y la operación costó unos 100.000 euros.
Alemania empezó a fletar aviones chárter en diciembre tras un acuerdo con Afganistán firmado a finales del año pasado para los inmigrantes cuya petición de asilo fue denegada. Alemania recibió en 2015 unos 900.000 demandantes de asilo, de los cuales 150.000 son afganos.