“El trabajo de los cascos blancos merece admiración y respeto. Desde el principio del conflicto de Siria han salvado a más 100.000 personas, más de 250 de ellos han pagado con sus vidas su valor y compromiso”, afirmó el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, en un comunicado.
El ministro, del Partido Socialdemócrata (SPD), califica asimismo de “buena noticia” que se haya podido evacuar a esos 800 “cascos blancos” del sur de Siria y alaba la “cooperación entre nuestros socios internacionales” que lo ha hecho posible. Es “un deber de humanidad” que algunos de ellos sean acogidos en Alemania, prosigue Maas, quien confirma así informaciones precedentes del diario Bild acerca de la acogida en ese país de parte de los desplazados, a los que Jordania autorizó a entrar en su territorio.
Este contingente de 800 desplazados sirios ha sido autorizados por Jordania a ingresar en su territorio, con la perspectiva de que en los próximos tres meses sean reasentados en el Reino Unido, Alemania y Canadá.
Los 800 sirios trabajaban en la Defensa Civil, grupo que opera en las zonas fuera del control del régimen de Damasco y conocidos como los “cascos blancos”, y que han sido evacuados en coordinación con la ONU ante el avance del Ejército gubernamental.
Esta es la primera vez que Jordania permite la entrada de nuevos desplazados sirios en su territorio después de que cerrara las fronteras el año pasado y declarara esas áreas como “zonas militarizadas cerradas”.