El grupo, ayudado por la brigada islamista Jund Al Aqsa, logró apoderarse de puntos de control y posiciones de la base de Wadi al Deif, en la ciudad de Maaret al-Naamane, precisó el OSDH, que se basa en una amplia red de militantes y fuentes médicas.
Esta victoria deja en manos del Frente al Nusra la mayor parte de la provincia de Idleb, fronteriza con Turquía, y supone una nueva demostración de fuerza de Al Qaeda.
Los rebeldes de la oposición siria, que buscan la salida del presidente Bashar al Asad, mantuvieron durante dos años el campo de Wadi al Deif bajo asedio, pero no lograron arrebatárselo a las tropas gubernamentales.
Durante su ofensiva contra la base, el Frente al Nusra “usó tanques y otras armas pesadas que arrebataron el mes pasado al Frente Revolucionario Sirio”, apoyado por los occidentales, dijo a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
El Frente fue vencido por los combatientes de Al Nusra en Idleb, un revés para Estados Unidos, que busca entrenar a una fuerza rebelde moderada capaz de contrarrestar a los yihadistas.
La provincia de Idleb fue una de las primeras cuyo control perdió el gobierno, poco después de la revuelta de 2011 contra Asad.