La provincia de Java Occidental es la región donde más víctimas mortales se han registrado con un total de 37 personas fallecidas, con edades comprendidas entre los 20 y 51 años. Otras 55 personas de entre 14 y 51 años se encuentran ingresadas por intoxicación en el hospital de Cicalengka, en la misma provincia, y otras tres ya les han dado el alta, según el registro del centro sanitario al que tuvo acceso Efe.
El director general del citado hospital, Yani Sumpena, señaló durante una intervención televisada, que los análisis en el laboratorio todavía investigan la base del alcohol de fabricación casera. Según Sumpena, los pacientes llegaron al centro con mareos, vómitos y muchos de ellos inconscientes, entre otros síntomas.
En el área metropolitana de Yakarta y sus ciudades satélite los fallecidos por el mismo motivo, que comenzaron ha registrarse el 1 de abril, han ascendido hasta 31, declaró la víspera el portavoz de la policía capitalina, Argo Yuwono, en rueda de prensa.
El alto número de muertes ha provocado una serie de arrestos y redadas por parte de la Policía, quienes han mostrado por la televisión las bolsas y botellas con alcohol requisadas. En 2016, una treintena de personas murieron en el centro de la isla de Java después de consumir alcohol de fabricación casera en mal estado.
La venta de alcohol en Indonesia, el país con mayor población musulmana del mundo, está altamente regulada y sujeta a altos impuestos, no obstante la comercialización de alcohol de contrabando es una práctica extendida, según la mayor asociación musulmana del país, Nahdlatul Ulama.
Nahdlatul Ulama, grupo de corte moderado, se opuso el año pasado a la prohibición de la venta de alcohol que piden las facciones islámicas más conservadoras, a causa del peligro que supone consumir bebidas adulteradas.