Según fuentes médicas, alrededor de 70 personas siguen hospitalizadas en el país. “Todavía no sabemos qué contenía lo que consumieron”, declaró a la AFP el médico Gerald Ndiritu, responsable del hospital de Embu, a unos 130 km al nordeste de Nairobi, una de las zonas con más víctimas.
“Se han registrado hasta 63 muertos”, declaró a la AFP un portavoz de la policía, Masood Mwinyi.
Estas intoxicaciones mortales tuvieron lugar desde el lunes por la mañana en varios cantones del este y del centro de Kenia, separados por un centenar de kilómetros.
“Estamos intentando determinar el origen del alcohol. Se investiga dónde y cómo ha sido preparado”, explicó a la AFP una portavoz de la policía, Ziporah Mboroki.
En Kenia se consume bastante alcohol artesanal, sobre todo en los barrios pobres debido a que es muy barato. Este alcohol suele destilarse a partir de maíz fermentado o de sorgo y se vende ilegalmente.
Algunos productores le añaden metanol u otros productos tóxicos para aumentar la tasa de alcohol, lo que ha provocado numerosos muertos en el país.